Todo pendiente de la postura de Conthe: si la CNMV interpreta que asume el control total de Fenosa podría obligarle a lanzar una OPA sobre el 100 por 100. Se retira Antonio Barrera de Irimo. Florentino Pérez atraviesa un momento delicado : acosados por los Entrecanales y con unos March que consideran que la construcción ha tocado techo. La Caixa, por contra, está feliz con el ex presidente del Real Madrid y con el proyecto Abertis

Justo cuando la OPA de GN sobre Endesa apunta hacia un troceamiento de Endesa, en el que quiere participar ACS-Fenosa, Florentino Pérez empieza a verse acosado por diversos frentes.

El más importante, como siempre, es interno, porque los hermanos March consideran que las constructoras están alcanzando su techo, y que no es mal momento para vender. A fin de cuentas, estamos hablando de una familia de rentistas. Lo cual coincide con el deseo de otra familia, los Entrecanales de Acciona, de convertirse en los números uno del sector, posición que tampoco disgusta a Rafael del Pino, propietario de Ferrovial.

Pero ese no es el primer reto que ahora mismo afronta Florentino. Por contra, en la próxima Junta General de Accionistas de Unión Femnosa, ACS quiere hacer valer su paquete del 35%. Ahora cuenta con cuatro de los 20 consejeros. En teoría le corresponden 7, pero es que, además, la Junta será la despedida del vicepresidente primero de Fenosa, el representante eterno en España del Pentágono y de las multinacionales estadounidenses, Antonio Barrera de Irimo, que cuenta con 78 años de edad. Y además, se pretende ampliar hasta 22 el número de vocales de la entidad.

Y el problema no está ahí. El problema es que cuando se presenten oficialmente los cambios, la CNMV de Manuel Conthe podría tener algo que decir, la doctrina del regulador es clara: si a través del control del Consejo, podemos entender que un grupo controla la gestión de una compañía, entonces deberá lanzar una OPA sobre el 100 por 100 el capital.

Y todo ello con una ACS que marcha bien pero con un endeudamiento fortísimo, pero que no cede en su empeño tanto de hacerse con la petrolera Cepsa como de participar en el troceamiento de Endesa, teoría que empieza a parecer la más plausible para solucionar el contencioso hispano-alemán y el contencioso entre Madrid y Bruselas: Sí a la OPA de E.ON pero condicionada a fuertes ventas.

Eso sí, en medio de tantas tensiones, Pérez cuenta ahora con el apoyo incondicional de Isidro Fainé, director general de La Caixa, contento con el proyecto Abertis y el casi seguro cierre de la fusión con Autostrade. Pero los enemigos acechan, señor Pérez: dentro y fuera.