No me acusen de grosero o deslenguado. El titular de este artículo no es obra mía sino de la sutil Elena Valenciano (en la imagen), número dos del partido número dos del Parlamento, el PSOE.

Resulta que el obispo de Guipúzcoa, José Ignacio Munilla, habló de "holocausto silencioso" para referirse al aborto, expresión no muy original pero enormemente acertada. De hecho, creo que apunta al nudo de la cuestión y no se puede decir más en dos palabras.

¿Podía permitirse tamaño desafuero contra la tiranía feminazi Nunca jamás. La sutilísima 'number two' de Rubalcaba echó mano de todo su arsenal filosófico, científico y artístico y respondió de tal guisa: nosotras parimos, ergo nosotras decidimos. Valenciano es una flor delicada con olor a lavanda, una flor de Pascua.

¿Qué quieren ser, munillenses o valencianos Pues entonces pierdan un rato y vayan a las manifestaciones provida. A dar ejemplo, también ejemplo de valentía cívica.

Pero las manifestaciones del sábado 6, que este año sustituyen a las que deberían celebrarse el día 25 de marzo, festividad del Niño por nacer, no apuntan hacia el PSOE. Miren ustedes, cualquier defensor de la vida, especialmente tras la irrupción de ese fenómeno que fue el señor Zapatero, sabe lo que puede esperar del PSOE, de IU o incluso de UPD, un partido cuya seña de identidad no es ni la derecha ni la izquierda, sino a la cristofobia.

Sin embargo no sé si los provida no lo tienen tan claro con el Partido Popular. En su programa electoral va el derecho a la vida pero es cosa de mucha risa. El PP es hoy un partido abortero, un pelín menos abortero que el PSOE, sólo un pelín, y, a la postre, mucho más hipócrita. Por ejemplo, Aznar no sólo mantuvo la ley abortista del PSOE de Felipe González sino que permitió la introducción en España de la píldora abortiva y la más peligrosa, por más utilizada, Píldora del Día Después.

Luego Zapatero, como el aborto no podía ser más libre en España, hizo un giro teórico y convirtió el aborto en un derecho. A continuación llega Rajoy con el inefable Gallardón y, a partir de ahí, naturalmente, no te enteras de nada. ¿Qué va a hacer Gallardón Pues dar esperanza a los provida, y luego no hacer nada. Es su estilo.

Y entonces llega la ministtra de Sanidad, Ana Mato, y, tras el Consejo de Ministros del viernes 5, asegura que respeta todas las manifestaciones pacíficas: ¿conoce doña Ana alguna manifestacióin provida que haya sido violenta Pero claro, doña Ana no iba a dejarse ganar en hipocresía por Gallardón y, entonces, la responsable de Sanidad nos perjura que, para ella, "el aborto es un drama para nosotros en todos los casos". Al parecer es un drama electoral.

La única noticia que espera un provida es la prohibición total y definitiva del aborto, que es el crimen más cobarde de todos, que se perpetra en España a razón de 300 homicidios por día. Con razón hablaba el obispo Munilla de "holocausto silencioso".

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com