Sr. Director:

 

En el artículo publicado el 3 de junio sobre el SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Interior) se recogían unas declaraciones a ABC de don José Chamizo, Defensor del Pueblo andaluz, justificando su reticencia ante dicho sistema de vigilancia fronteriza porque "es mi deber defender el derecho a la emigración que recoge en su artículo 13 la Declaración Universal de Derechos del Hombre". 

 

Aunque no es exacto que dicho artículo defienda la inmigración masiva e ilegal, se comprende la actitud de Chamizo al defender a la parte más débil del problema. Por eso mismo, lo que no resulta nada comprensible es que no se le conozca a Chamizo actuación alguna ante la progresiva vulneración de derechos recogidos en el artículo 3 de la misma Declaración (derecho a la vida) y artículo 5 (derecho a no ser sometido a torturas, ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes). 

 

Me  refiero, claro, a los millares de andaluces que nunca podrán llegar a serlo porque ni siquiera se les deja nacer; millares de andaluces exterminados en el vientre de sus madres gracias a un aborto practicado, en un 98% de los casos (como también nos recordaba ABC el pasado 31 de mayo), bajo la excusa del riesgo de grave peligro para la salud física o psíquica de la madre, circunstancia ésta que sólo admite la explicación de que nos encontramos ante el mayor y más letal fraude de ley consentido por las autoridades, incluido don José Chamizo. 

 

Miguel Ángel Loma

 

MALOMA@teleline.es