Sr. Director:

Varias organizaciones feministas dieron un espectáculo incalificable ante los juzgados de  Plaza Castilla, presentando 4.000 firmas de inculpaciones por abortos, de las que unas 2.500 eran de mujeres  que declaraban "haber abortado consciente y libremente". Además gritaban enardecidas que iban a quemar la Conferencia Episcopal. 

La verdad que a estas alturas de degradación de la moral ciudadana uno ya está curado de espantos, pero aún le quedaba por ver algo tan grotesco, irracional y memo, como el susodicho mitin abortista.

Si la pretensión de estas féminas era que los jueces justificasen legalmente su irracional proceder, (caso único en la especie animal, de madres que maten  a sus hijos), el pueblo llano les aplaudiesen o que los obispos las bendijeran por el horrible crimen cometido, es el colmo de la memez  e indica el grado de degradación a que ha llegado una sociedad materialista,
laicista y sin valores.

Si en vez de estas absurdas manifestaciones oyeran la voz del Papa invitándoles a que acudan a Dios Padre en busca de perdón y de paz, otro gallo les cantaría.

Ojalá  que pronto llegue el  día en que todas estas pobres mujeres-madres malogradas- comprendan el mal que han hecho, se arrepientan, hagan caso a su conciencia, en vez de los intereses espurios de las organizaciones que las manipulan y lleguen a gozar del bien más preciado, que es la conciencia tranquila. Sus inocentes e indefensos hijos, desde la otra orilla, intercederán para que sus madres rectifiquen y no den espectáculos tan tristes como el que han protagonizado el otro día en Madrid.

Miguel Rivilla San Martín

rivisanm@gmail.com