El ministro del Interior reconoció que hacía un esfuerzo por estar cerca de su compañero de filas, Pedro Castro
Cuesta madrugar. Lo ha dicho de sí mismo Alfredo Pérez Rubalcaba esta mañana durante la celebración de un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía en el hotel Palace de Madrid.
El acto, que tenía de protagonista al presidente de la Federación Española de Municipios de Madrid (FEMP) y alcalde de Getafe, Pedro Castro, fue presentado por José Luis Rodríguez, director del Foro, y entre los asistentes se encontraba la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado; la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor; el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el concejal Pedro Zerolo, el diputado socialista por Madrid, Rafael Simancas, etc.
El ministro del Interior arropaba al presidente de la FEMP y según él Castro es un trabajador infatigable y un apasionado alcalde; alguien que sabe gestionar bien los baches y siempre ha contado con el apoyo de ZP. Mucho autobombo para no estar muy espabilado, aparentemente.
Para caldear el ambiente, Hispanidad, al hilo de las declaraciones de Castro en torno a partidas presupuestarias, pregunta al alcalde: ¿Podría concretar su postura sobre financiación local, la subida del IBI o de qué va a ocurrir con los municipios como Pozuelo de Alarcón que se está quedando sin suelo?. Castro, que contesta rápido a todas las preguntas, asegura que sólo a través de una distribución social justa pueden alcanzarse los objetivos. Añade que el sector servicios está en alza y que tiene muy en cuenta el principio de subsidiariedad ¿Por qué la ley favorece al más endeudado y castiga al más prudente? Según Castro hay que tener confianza en el acceso para todos ¿de qué?
A Pedro Castro le preguntan sobre las propuestas del Ministerio de Vivienda. Ojo, que la ministra está en el salón: Rehabilitaremos los cascos antiguos y no tendremos agobios de cara a respetar a las personas mayores que puedan vivir en alguno de ellos, afirma el presidente de la FEMP. Y añade que hay que abrir las puertas a los jóvenes: Este ayuntamiento (Getafe) ha donado 500.000 metros de suelo público Sobre el trasvase del Ebro, Castro se pregunta si hay que hacer un pacto sobre el agua, para qué y para quién. Ahora en Barcelona se necesita agua para beber, después se puede pensar en la redistribución. Echando balones fuera, claro. De la asistencia sanitaria mínima apunta que todo depende de las distancias a los centros de salud y de que hay que hacer una redistribución lógica de los servicios. Pero no precisa de qué modo. Más balones fuera.
Los últimos temas estrella fueron sobre Gallardón y Aguirre. Dice del alcalde de Madrid -quien se echó alguna carcajada-, que se lleva muy bien con él, y que con Esperanza Aguirre no hay diálogo. Así, sin pelos en la lengua. Entonces los periodistas insisten: ¿Qué pasará en el congreso de junio con Esperanza Aguirre? Al principio, Castro es contundente: No entro en el tema, pero alguien le hace cosquillas y concluye: No tiene maniobra para presentarse en estos momentos. Diremes y diretes para un acto con mucho ruido y pocas nueces.