Sólo que nadie lo quiere, porque no es lógico pedir 3.000 millones de euros por una parte, y no la mayor, de un conglomerado que, en su conjunto, vale en bolsa 2.000 millones.
Puestos a exagerar, sólo que en sentido inverso, para el mexicano Carlos Slim, toda PRISA no vale los 1.000 millones de euros. Y es que el dueño de Telmex dijo, desde el primer momento, que no quería Digital . Si acaso, lo que quiere es toda PRISA, pero a ese precio. Además, Carlos Slim desconfía del lobby rosa que controla con mano de hierro e inefable sectarismo El País. Por cierto, durante su reciente visita a España, el presidente mexicano Felipe Calderón abogó por Slim ante el Gobierno española. El empresario mexicano asegura que siempre se le ha maltratado en nuestro pais y, es curioso, porque en el momento presente Calderón y Slim están enfrentados, dado que el primero exige al segundo que abra su red a otros competidores, por ejemplo, a Telefónica. Pero ante terceros...
Por tanto, la única solución que le queda a Juan Luis Cebrián, que es el negociador de la familia Polanco, es Telefónica. Curioso: El País ya ha dejado de arrearle, así que la negociación debe ir por buen camino. También, porque Moncloa insiste al consejero Javier de Paz que hay que tratar bien a PRISA. Pero la operadora también rechaza los 3.000 millones de euros, y aunque le interesan los dos millones de clientes, PRISA deberá rebajar el precio.
Por tanto, la suerte está echada: sólo Telefónica puede aceptar la compra de Digital aunque, eso sí, con la correspondiente valoración "sensata" que, obviamente no será la de 3.000 millones... ni de lejos.
Lo malo es que la deuda acumulada por PRISA supera los 5.200 millones de euros. Así que ni la venta de la plataforma aliviaría sus pesares. Hay que vender mucho más. El plan de Díez Polanco era paquetizar, pero no están los tiempos como para titulizar nada. Ni los tiempos, ni los mercados.