Los sinsabores de la inmigración son el eje  de  esta comedia agridulce de Sthephan Vuillet que, como la americana Un día inolvidable, narra una desenfrenada jornada en la que el destino une las vidas de una pareja de desgraciados. Ella es una ucraniana que ha viajado hasta Bruselas para encontrar a su esposo; él es un mensajero, con una niña pequeña a su cargo, que ha sido abandonado por su mujer.

 

     A pesar de un ritmo tremendamente irregular, que en ocasiones decae, y de un toque más que criticable sobre el tópico de la España de charanga y pandereta, la película de Vuillet se ve con agrado. Esto se debe a una excelente descripción de personajes.

 

     Premiada por el Público en el Festival de Berlín de este mismo año, cuenta en el reparto con una ocurrente Carmen Maura que, al igual que en la argentina, El sueño de Valentín, vuelve a encarnar el papel de abuela.