La primera entidad suiza culpa a la incertidumbre política, pero caen todos sus márgenes. El banco suizo UBS cierra un mal ejercicio, a lo que han contribuido tanto las multas (por manipulación de índices) como las circunstancias que afectan a todo el sector (tipos de interés en mínimos). El beneficio se ha reducido prácticamente a la mitad, un 46,7%: 3.092 millones de euros frente a los 6.200 de 2015. Al banco suizo le ha penalizado sobre todo su división más fuerte, la de gestión de patrimonios, con la mayor fuga de fondos en seis años (4.100 millones de francos), la presión de los mercados emergentes y la región asiática. La cifra de negocio ha caído un 7,5%, hasta 26.488 millones de euros, con un descenso del 4,7% en los ingresos por intereses netos y un 13,8% por los de intermediación. La entidad achaca las causas a "la incertidumbre macroeconómica, las tensiones geopolíticas y la menor confianza de los clientes por las divisiones políticas". Andrés Velazquez andres@hispanidad.com