• Suiza prohíbe la importación de nuevos vehículos sin matricular o de segunda mano que estén manipulados.
  • En EEUU, hay demandas en 30 Estados. En Texas se pide, de momento, la multa más alta: 100 millones.
  • En Australia las multas pueden ser millonarias: las autoridades de Competencia evalúan el daño en 700.000 euros por vehículo.
  • Se han presentado denuncias también en Alemania, Bélgica, Austria e Italia.
  • La Fiscalía francesa abre una investigación contra el grupo germano por "fraude agravado".
  • Y en Alemania se ha presentado la primera denuncia por la caída en bolsa: el argumento es que VW ocultó información.
Volkswagen no ha disimulado en ningún momento que habrá un antes y un después del escándalo por sus motores trucados. Se dio prisa por ello en provisionar 6.500 millones de euros en el tercer trimestre, que reducen a la mitad su beneficio en el año. Pero lo más gordo, está claro, no ha llegado. Ha comenzado ya la cascada de demandas, colectivas o individuales, en todo el mundo y queda también por medir el impacto que tendrá el daño reputacional en las ventas de coches. Hasta octubre no se podrá medir. Respecto a la demandas, comienzan a saberse ya algunos detalles de las presentadas en distintos puntos del Planeta. En EEUU ya se han planteado denuncias en 30 Estados. En el de Texas, en concreto, se pide la multa más elevada por ahora, 100 millones de dólares, con el único argumento de lo que han contaminado los vehículos diésel de la marca. Las demandas forman parte de la cultura del pleito norteamericana. Hasta tal punto que no son pocos los analistas que piensan, en las actuales circunstancias, que si Volkswagen fuera una empresa norteamericana estaría ya sentenciada a la quiebra como Lehman Brothers, en 2007, o la energética Enron, en 2001. O no. También está el caso de la técnicamente quebrada General Motors, que fue salvada por el Gobierno federal. A General Motors, dicho sea de paso, le viene bien la crisis de Volkswagen, del mismo modo que a otros fabricantes americanos, como Ford, y también al número uno, la japonesa Toyota: aumenta la distancia para que Volkswagen la desplace como primer fabricante del mundo. En Australia las multas pueden ser también millonarias, después de que las autoridades de Competencia hayan pedido unos 700.000 euros de indemnización por cada coche que tenga activo el software para manipular los registros de las emisiones. En Europa se estudian demandas por daños y prejuicios en Alemania, Italia, Austria y Francia, aunque sólo Suiza ha dado, de momento, un paso al frente al prohibir la importación de vehículos afectados por la manipulación. Es el primer boicot de un país. La medida, que afecta a coches nuevos aún no matriculados en Suiza y de segunda mano que proceden del extranjero, se ha anunciado este viernes y entra en vigor el lunes, 5. En Francia, en concreto, la Fiscalía ha abierto este viernes una investigación a VW por "fraude agravado" con los motores trucados. Esa investigación implica únicamente a los vehículos vendidos en ese país, que ascienden, según las cifras de Volkswagen, a 946.092. De ellos, 92.890 son de la marca Seat. La ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal, ha ordenado, además, pruebas aleatorias en vehículos de todas las marcas, francesas y extranjeras, para comprobar si llevan algún mecanismo de trucaje. Está claro que la cautela o la urgencia en estas reacciones está en relación también con el efecto que puedan tener las medidas en los intereses de propio país. En otras palabras, Suiza no se juega lo mismo que España al juzgar o arremeter contra Volkswagen. En nuestro país hay dos plantas de la multinacional, en Martorell (Seat) y en Pamplona (VW). Eso ayuda a explicar la prudencia por la que ha optado el ministro de Industria, José Manuel Soria. Este viernes ha dicho que lo más probable es que el Estado no pueda reclamar a Volkswagen que devuelva las ayudas. Se ha agarrado a una explicación técnica: "Las bonificaciones se han dado dentro del plan PIVE para coches con un determinado tipo de emisiones, como el dióxido de carbono... Pero Volkswagen ya ha hecho una declaración formal hace dos días... de que el software en los motores diésel no tiene nada que ver con las emisiones de CO2, sino con otro tipo como las de óxido de nitrógeno". En suelo germano, por último, donde más duele el escándalo, la primera demanda se ha conocido este viernes. Ha sido presentada ante un tribunal de Braunschweig, en el sur, y en ella un inversor reclama a la empresa la devolución de las acciones preferentes que adquirió en abril y julio. En el escrito, alega que ha perdido unos 20.000 euros (60 euros por acción) por el deterioro de esas participaciones y que la culpa es de Volkswagen por haber ocultado información. Según sus abogados, Volkswagen debe indemnizar a sus accionistas por no haberle suministrado datos insuficientes. El muy difícil que prospere una demanda de esa naturaleza que castigaría al resto de los accionistas de Volkswagen. No obstante, en la misma ciudad, Braunschweig, la fiscalía ha aclarado que no ha abierto formalmente diligencias contra el ex presidente de Volkswagen Martin Winterkorn, en contra de lo que había señalado en un comunicado publicado el lunes pasado. "Si se dio esa impresión, la fiscalía de Braunschweig lo lamenta, al igual que el malestar que haya podido generar un comunicado de prensa en ese sentido", dice el comunicado. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com