• Un 'derecho' al aborto que protegerá a todas las mujeres, incluidas menores y sin permiso paterno.
  • Abortos, reproducción asistida, métodos anticonceptivos y dispensación de PDD dentro del Sistema Público de Salud. Es decir, todos los abortivos.
  • Reconoce todas las realidades familiares y apoya la identidad de género: el colectivo LGTB, contento.
  • Poca libertad religiosa (recuerden a Rita Maestre en la capilla de la Complutense…), les va más la de expresión.
  • Apuesta por el laicismo y va contra los católicos: anular el Concordato e inmatriculaciones de la Iglesia.
  • Mucha educación pública: la concertada en peligro, y con ella, la libertad de enseñanza.
  • Y ¡viva el bien común!: lucha contra la corrupción, participación, igualdad, renta mínima, vivienda, pobreza energética…
En vísperas del inicio del segundo congreso nacional de Podemos (más conocido como Vistalegre II) y que paradójicamente coincide con el del PP, recordamos sus valores no negociables -vida, familia, libertad de enseñanza, bien común y libertad religiosa-. En su Código Ético recogen el compromiso de cada integrante a: "Defender la aplicación de la Declaración Universal de Derechos Humanos en los ámbitos social, político e institucional…". Pero olvidan el derecho a la vida, apostando por decidir. Deberían recordar, al igual que otros muchos partidos, que el artículo 3 de la citada Declaración de la ONU señala que "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Se puede decir que los morados son abortistas, pues protegerán el derecho a decidir en todas las mujeres, incluidas las menores y sin permiso paterno. En concreto, en su programa electoral está el derecho a la maternidad libre y decidida, un epígrafe en el que entran muchas cosas. Quieren que los abortos, la reproducción asistida, información y acceso a métodos anticonceptivos, así como la dispensación de PDD (píldora del día después, potencialmente abortiva, y de la que se consumen unas 700.000 en España) estén cubiertos por el Sistema Público de Salud. Familia. Los de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y compañía reconocen todas las realidades familiares, abriendo el abanico tradicional de padre-madre-hijos. Asimismo, apoyan la identidad de género (Ley contra la Discriminación por Motivos de Identidad de Género y Orientación Sexual… al estilo de la 'popular' Cristina Cifuentes). Guiños, por tanto, hacia el colectivo LGTB, y éste, contento, claro está. Poca libertad religiosa, aunque es un derecho recogido en la Constitución. Recuerden a la podemita portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, en la capilla de la Complutense…(y encima fue absuelta), les va más la libertad de expresión. Además, a la hora de promover la igualdad y luchar contra toda forma de racismo, xenofobia, machismo, exclusión por identidad de género u orientación, no hablan de religión. Podemos apuesta por el laicismo, fundado en la libertad de conciencia y sin apoyar ningún culto o religión. Eso sí, va contra los católicos: quiere anular el Concordato y las inmatriculaciones de la Iglesia. La formación morada es partidaria de mucha educación pública y por ende, la concertada está en peligro, y con ella, la libertad de enseñanza. Así los padres no podrán elegir libremente la educación que quieren para sus hijos, como recoge la Constitución. Y por último, Podemos dice ¡viva el bien común!: lucha contra la corrupción, participación, igualdad, renta mínima, vivienda, pobreza energética… Claro que Vistalegre II debatirá poco de estos valores no negociables, más bien será una pelea de gallos entre Iglesias y Errejón (aunque hay un tercer bando, los anticapitalistas), por ver quien se queda con el poder. ¿Dónde queda la unidad popular, el poder de la gente...? ¿Ya critican a la casta? Claro, porque ahora también ellos son casta. Cristina Martín cristina@hispanidad.com