- La pequeña asonada militar fracasa, pero se desconoce si es síntoma del malestar en sectores de las Fueras Armadas venezolanas.
- Una cosa está clara: se debilitan las perspectivas para una vuelta pacífica al orden democrático tras la investidura de la Constituyente.
- Mientras, los procuradores del Mercosur rechazaron la "destitución ilegal" de la fiscal general venezolana Luisa Ortega Díaz.
Un grupo de
una veintena de militares al mando del ex capitán de la Guardia Nacional Juan Caguaripano, en busca y captura por rebelión y traición desde hace tres años, asaltó en la madrugada del domingo el cuartel Fuerte Paracamay, en la
ciudad venezolana de Valencia, la tercera mayor del país.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana logró abortar la rebelión y retomó las instalaciones militares, en un confuso enfrentamiento que se saldó con dos atacantes muertos y diez detenidos, según informó el presidente venezolano,
Nicolás Maduro, que felicitó a las fuerzas armadas por su actuación para hacer frente a lo que definió como un "ataque terrorista" financiado desde Miami y Colombia. "Hace una semana les ganamos con votos, hoy con las balas hemos ganado al terrorismo", afirmó en su programa dominical en la televisión estatal
VTV.
Tras confirmarse el alzamiento,
centenares de opositores se concentraron en los alrededores del cuartel de Paramacay para expresar su apoyo a los sublevados. Los manifestantes fueron disueltos por tropas de la Guardia Nacional, que también tuvieron que actuar en otros puntos del país para sofocar las protestas opositoras.
La clave está en saber si esta pequeña asonada militar es un síntoma de que se prepara algo más gordo en Venezuela contra el régimen chavista o no.
Es decir, un golpe de Estado en toda regla.
En plena confusión sobre la situación, dirigentes de la oposición al régimen de Maduro se reunían por primera vez en público con representantes del chavismo disidentes, entre ellos la recién destituida fiscal general
Luisa Ortega. "En este país ejercer los derechos se ha convertido en delito", afirmó Ortega en el acto organizado por la jesuita Universidad Católica Andrés Bello de Caracas bajo el lema "En defensa de la Constitución".
En esa línea, los fiscales y procuradores generales de los países miembros y asociados del Mercosur rechazaron este domingo la destitución "ilegal" de su homóloga venezolana, Luisa Ortega, y afirmaron que desconocen la autoridad de su sustituto y hasta este sábado defensor del Pueblo,
Tarek William Saab.
En una declaración conjunta, los fiscales señalaron que la "destitución ilegal" de Ortega es "un claro atentado a la autonomía e independencia del Ministerio Público venezolano", recoge
Infobae.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com