• Tambiém el derecho a decidir, aunque según explican en el acuerdo PNV-PSE, se pactará "dentro de la legalidad".
  • Arrecian las criticas al PSE, liderado por la sanchista Idoia Mendía, por su condescendencia con el nacionalismo vasco.
Íñigo Urkullu ha sido investido lehendakari este jueves, fruto del acuerdo entre el PNV y el PSE-EE, por el que ha obtenido el apoyo de 37 diputados en la segunda votación de la sesión de investidura celebrada en el Parlamento Vasco, tras no haber logrado la mayoría absoluta en la primera, celebrada el miércoles, informan agencias. En la primera votación, necesitaba conseguir una mayoría absoluta que los 28 escaños del PNV y los nueve de su socio en el futuro gobierno autonómico, el PSE, no le garantizaban. Enfrente tuvo además a una candidata alternativa, Maddalen Iriarte (EH Bildu), quien solo contaba con los 18 votos de su grupo, pero que quiso confrontar su proyecto político con el del PNV para remarcar así sus diferencias en el inicio de una legislatura abocada a aritméticas variables para sacar adelante las leyes. A partir de ahora, EH Bildu reivindica el papel de "portavoz de la oposición" en el Parlamento Vasco. En la segunda ronda de votaciones, el candidato del PNV ya solo precisaba la mayoría simple (mas síes que abstenciones, puesto que según el reglamento no se puede votar 'no' a una candidatura), lo que ha conseguido haciendo bueno el resultado del día anterior: 37 votos para Urkullu (PNV y PSE), 18 para Iriarte (EH Bildu) y 20 abstenciones (Elkarrekin Podemos y PP). En virtud del "acuerdo de país" al que llegaron nacionalistas y socialistas, estos tendrán tres consejerías de las once que tendrá el nuevo Ejecutivo: Trabajo, Turismo y Vivienda, si bien las competencias que se integrarán en ellas no se concretaron aún. El reelegido lehendakari ha asumido que la nueva Cámara refleja la "pluralidad política" del Parlamento Vasco, en el que hay cinco grupos, y que va a ser necesario el diálogo y el acuerdo para cumplir los objetivos que se marca su Ejecutivo en términos de autogobierno, empleo y el fin de la violencia, u otros más inmediatos como los presupuestos para 2017, ya que PNV y PSE no cuentan con mayoría suficiente. En cualquier caso, no son pocos quienes critican al PSE, liderado por la sanchista Idoia Mendía, su condescendencia con el nacionalismo vasco. Y es que en el acuerdo de Gobierno suscrito por ambas formaciones se admite que se pueda debatir en el seno de una ponencia de autogobierno cuestiones como el «reconocimiento de Euskadi como nación», el derecho a decidir "y su ejercicio pactado en un marco de negociación y acuerdo dentro de la legalidad", recogió ABC. Todo ello por culpa de la desmedida ambición de los sanchistas, que hace que no tengan claro el término nación, porque si Euskadi es una nación, ¿qué es España? Andrés Velázquez andres@hispanidad.com