• El fabricante de trenes competirá con Bombardier, Alstom, CAF y Siemens, pero sólo uno se adjudicará el concurso.
  • Está en juego la fabricación de 30 trenes de alta velocidad y su mantenimiento durante 30 años por 2.642 millones.
  • El proceso de precalificación acaba el día 22 y los candidatos deben ofrecer un depósito de 6 millones de garantía.
  • Renfe exige una velocidad mínima de 320 kilómetros por hora y capacidad para al menos 400 pasajeros.
  • Paralelamente, aún está pendiente la liberalización del ferrocarril, que depende mucho del sector público.
Hace unos meses decíamos que el ferrocarril es un sector donde España está bien posicionada, ya que tiene dos importantes fabricantes -Talgo y Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF)-, con distintas velocidades. Ambos pujan para conseguir el 'megacontrato' de Renfe, pero Talgo lo hace con más fuerza para poder seguir dependiendo del AVE. El fabricante de trenes que preside Carlos Palacio Oriol competirá con las otras cuatro compañías que fabrican en nuestro país: la canadiense Bombardier, la francesa Alstom, la española CAF y la alemana Siemens. Pero sólo una será la elegida. Está en juego no sólo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad y su mantenimiento durante 30 años, entre 2.061 y 2.642 millones de euros. Los pliegos del citado concurso fueron publicados en el Boletín Oficial del Estado, el pasado 18 de noviembre, a poco más de un mes para el 20-D, según elEconomista. Ahora estamos en el proceso de precalificación, que acaba el día 22, y en el cual los pujadores deben presentar diversa información económica, jurídica y técnica, así como ofrecer un depósito de 6 millones de garantía. Por su parte, el adjudicatario -Renfe- exige que los trenes tengan una velocidad mínima de 320 kilómetros por hora (km/h) y una capacidad para, al menos, 400 pasajeros. Al hilo de esto, Talgo y Bombardier son los mejor posicionados: el español ofrece su modelo Avril, que alcanza los 380 km/h y tiene capacidad para más de 600 personas; mientras, el canadiense destaca con su Zefiro v300, que puede ir también a 380 km/h. Tras estos dos gigantes, Alstom se coloca en el tercer puesto y puja con la nueva generación de su AGV (360 km/h y con capacidad para 500 pasajeros). Mientras, CAF intenta hacerse con el concurso con su Oaris (350 km/h y 500 viajeros) y Siemens ofrece el Velaro (350 km/h y más de 400 personas). Sin embargo, si atendemos a la capitalización de estas compañías, la cosa cambia. El fabricante alemán es el más potente, pues vale en bolsa nada y nada menos que 80.241 millones. Le sigue el francés (8.819 millones), el canadiense (1.952 millones ), CAF (872 millones) y Talgo (859 millones). Es más, esta última no ha tenido precisamente una buena salida a bolsa: desde su debut, las acciones han perdido un 32,11% de su valor y ahora están en torno a los 6,28 euros. Paralelamente, aún está pendiente la liberalización del sector del ferrocarril: la mayoría de los países europeos se resiste a cambiar de modelo, según un informe reciente de FEDEA elaborado por Javier Campos, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Una de las principales conclusiones es que aún depende mucho del sector público, pues a pesar de que se empezó a dar pasos en la liberalización a principios de los 90, hoy en muchos países hay una liberalización más de iure que de facto. Cristina Martín cristina@hispanidad.com