• La multinacional surcoreana compensa el susto con su división de chips y pantallas.
  • Gana 5.655 millones, a pesar de que factura un 3% menos en el negocio del móvil (la mitad del beneficio).
  • Mantiene el pulso con Apple, que depende en un 70% del iPhone, con productos en todas las gamas.
Samsung Electronics, mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, dosifica la información que proporciona. Al día siguiente de entonar el mea culpa por los fallos en el modelo Galaxy Note 7 -por el impacto económico de 4.800 millones de euros-, pasa al ataque con los beneficios, que ha duplicado en el cuarto trimestre. El beneficio neto ha sido de 7,09 billones de wones (unos 5.655 millones de euros), un 120% más que ese periodo de 2015, y el beneficio operativo asciende a 9,2 billones de wones (7.338 millones de euros), el 50,1%, en línea con lo que había previsto y el mejor registro desde el tercer trimestre de hace tres años. La razón del buen resultado se debe al buen momento en su división de chips y componentes y pantallas ( 12,5%), mientras que en el segmento de móviles retrocedió un 5,5%, en parte por el quebranto del Galaxy Note 7, que dejó de vender en octubre tras los incendios debidos a fallos en el diseño y producción de las baterías. En el año, el revés ha sido del 3%, pero de ese segmento depende la mitad del beneficio. La batalla con Apple, su eterno rival, seguirá, a pesar de las diferencias con Samsumg. De hecho, el gigante de la manzana depende demasiado del monoproducto, el iPhone, mientras que la gama de la coreana es bastante más amplia. Por ahí van los tiros. La intención para este año de Samsung es fortalecer su liderazgo en el mercado de móviles de gama alta sin perder de vista las gamas medias y bajas, con nuevas funciones y dispositivos. En el conjunto del año, el beneficio de la coreana ha aumentado un 19% (unos 18.140 millones de euros) y las ventas un 0,6% (161.145 millones de euros) Rafael Esparza