• Sólo este martes, la compañía ha perdido 15.300 millones de euros en bolsa tras anunciar que dejará de fabricar y de vender definitivamente el terminal.
  • Todavía es pronto para saber el impacto total, pero los analistas ya hablan de que el grupo dejará de ingresar otros 15.300 millones.
  • Mucho cuidado con Elliot Management: pretende una reestructuración radical de la compañía.
La decisión anunciada este martes es firme y no tiene vuelta atrás. Samsung dejará de fabricar y de vender el Note 7 de forma definitiva. Se pone punto y final al que iba a ser el buque insignia de la compañía, competencia directa del Iphone 7 y regalo estrella de las próximas navidades. En tres palabras, un auténtico fiasco. Todavía es pronto para saber el impacto total que tendrá el desastroso Note 7, pero podemos aventurar que será algo que marcará un antes y un después en la compañía de la familia Lee. De momento, sólo este martes, Samsung ha perdido unos 15.300 millones de euros en bolsa. Y es que nada más conocerse la noticia, las acciones del grupo han caído más de un 8%. Aun así, estamos hablando de un gigante de la tecnología que, a pesar de todo, registra una capitalización bursátil de 222.000 millones de euros. En cualquier caso, el desastre del Note 7 tendrá un impacto negativo serio. Algunos analistas cifran en 15.300 millones de euros el dinero que dejará de ingresar Samsung por las no ventas del terminal. A esa cantidad habría que sumar los 1.000 millones que tuvo que afrontar la empresa para retirar los primeros teléfonos y sustituirlos por unos nuevos, aunque algunos analistas cifraron los costes de la operación en 4.500 millones. Y todo esto sin contar el daño reputacional, mucho más difícil de calcular y de recuperar. Sin duda, la familia Lee tiene ante sí un reto sin precedentes. Por eso, ha decidido examinar cuidadosamente la propuesta que le ha hecho Elliot Management. El fondo de capital riesgo fundado por el filántropo Paul Singer está dispuesto a entrar en Samsung si le dejan reestructurar la compañía de arriba a abajo. Imagínense lo peor y se quedarán cortos. Eso sí para ganar adeptos -principalmente entre la familia Lee-, promete un dividendo extraordinario. La última palabra la tienen los propietarios, inmersos ahora en disputas sucesorias desde que el fundador, Lee Kun-Hee (en la imagen) sufriera un infarto en 2014. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com