• Se justifica con comparaciones que excluyen la compra del negocio de Citi, pero la realidad es cruda: beneficio neto de 278 millones (-8%).
  • El margen de intereses se reduce un 4,2%; las comisiones, un 12,9% y el ROF, un 37,5%.
  • Las ventas de inmuebles ascienden a 1.588M€ ( 60,7%). Es la primera vez que las salidas de stock inmobiliario superan a las entradas.
  • Es cierto que la contratación de crédito crece un 17,2%, pero el saldo neto de créditos a clientela baja un 1,5%, hasta los 597,6M€.
El Banco Popular, con los resultados que ha publicado este viernes parece que acaba de certificar su presentación como candidato firme a la lista de los "siete enanitos" que esperan a ser comidos por uno de los seis grandes. Hace unos días que venimos recibiendo inputs sobre la necesidad de nuevas fusiones bancarias. Desde los analistas financieros, hasta algunas voces, probablemente no oficiales, pero de lugares tan importantes como el BCE o Banco de España, se está haciendo hincapié en que algunas entidades bancarias no podrán cumplir nuevos requerimientos de capital, y sobre todo, en la situación actual de los tipos de interés y los márgenes, algunos no van a poder mantener el crecimiento de sus cuentas de resultados. Por mucho que el Popular se empeñe en justificar sus números con vagas comparaciones, excluyendo el impacto de la compra del negocio del Citi, la cruda realidad es que los 278 millones de euros (M€) de su resultado neto es un 8% menos que en septiembre de 2014. Aunque otros han mantenido más o menos la cifra del margen de intereses, el banco que preside Ángel Ron lo ha reducido en un 4,2%, y además no ha podido compensarlo vía comisiones, pues se han reducido en un 12,9%, al igual que los resultados por operaciones financieras (ROF), que lo han hecho en un 37,5%. Vamos todo un destrozo en la cuenta de resultados que solo se ha visto salvada de una cifra más negativa, gracias a los 807,9M€ menos que ha tenido que destinar a deterioros. Me gusta el optimismo creativo de los responsables de las notas de prensa financieras cuando las cosas van mal en una entidad, en especial si es bancaria. "El Popular gana 278 millones de € y aumenta la contratación del crédito un 17,2%" y en letra más pequeña, señala: "El beneficio neto bate las expectativas del mercado". Genial, ¿pensaban que el mercado tenía la expectativa de un resultado inferior? Quizás sí, pero les ha salvado la campana de la recuperación de provisiones por los inmuebles adjudicados, gracias al incremento en las ventas. En lo que llevamos de ejercicio, éstas han llegado a los 1.588 millones de euros, un 60,7% más que en 2014, y a las alturas que estamos del principio de salida de la crisis es la primera vez que las salidas de stock inmobiliario superan a las entradas. Las expectativas de mejora no son muy halagüeñas, pese a que la contratación del crédito pueda haber aumentado un 17,2%, lo cierto es que el saldo neto de créditos a clientela ha bajado en un 1,5%, hasta los 597,6M€. Además, el cuadro que nos presentan de datos significativos está saturado de variaciones negativas en cifras de volúmenes y márgenes. Hay otra serie de incertidumbres que en próximas fechas puede afectar de forma muy directa a la marcha financiera del Popular tales, como la reciente sentencia del Tribunal Europeo sobre las cláusulas suelo de las hipotecas, en la que uno de los principales afectados será la entidad junto a otras tres. Para hacernos una idea esta sentencia podría suponer 670M€ de impacto entre los cuatro afectados. Otra fecha importante para el Popular será el próximo 25 de noviembre, cuando vencerán los 631,2M€ de los controvertidos bonos convertibles, que al precio que se encuentra la acción (por debajo de los 3,7€) y el precio de conversión a 17,67€, han de suponer pérdidas para los bonistas de un 79,4%. Patata caliente si a estos inversionistas les resulta rentable interponer demandas por su comercialización después de las últimas recomendaciones de JP Morgan que no ve excesivo recorrido en el valor del Popular. Vistas las perspectivas de la entidad y la posibilidad de un cambio en la regulación sobre la solvencia de los bancos, en estos últimos días también ha sonado con fuerza que el Popular estuviese planteándose la creación de un banco "malo" que le permitiese escindir 5.000M€ de los 16.000M€ en inmuebles adjudicados que tiene en stock por la exposición al "ladrillo", lo que le permitiría aliviar su situación patrimonial. Pues lo dicho, Banco Popular, entidad que siempre me ha parecido de las vulnerables por estar en el límite de entidad pequeña-grande sin un nicho especializado de negocio, parece un claro candidato a formar parte de la ya nutrida lista de bancos fusionados en aras de un sector bancario más competitivo. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com