- Los refugiados que huyen de la guerra para alcanzar el paraíso de Europa ya no solo tendrán que enfrentarse al desembolso económico para las mafias o a los peligros que entraña enfrentarse al mar con embarcaciones más que rudimentarias.
- Sino que grupos ultras griegos han atacado sus embarcaciones.
- Al menos 22 refugiados muertos en un naufragio en el Egeo, de los que 13 son niños.
- Más de 500.000 refugiados han llegado a territorio griego a través de las islas del Egeo con la intención de atravesar Europa rumbo a Alemania.
Continúa la peor crisis de
refugiados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, desencadenada por la guerra de Siria y por la inestabilidad en Oriente Medio y el norte de África. Una inestabilidad y una crisis en gran parte originadas por las atrocidades de los yihadistas del
Estado Islámico.
Más de 500.000 refugiados han llegado a territorio griego a través de las islas del Egeo con la intención de atravesar Europa rumbo a Alemania, donde tienen más facilidades de asilo, según
Acnur, informan
agencias.
Y lo último es que al menos 22 personas han fallecido por el naufragio de dos embarcaciones con refugiados frente a las islas griegas de Kálimnos y Rodas, situadas en el mar Egeo, ha informado este viernes la Guardia Costera de Grecia.
Pero su situación es dramática y exige ayuda humanitaria y generosidad por parte de la rica Europa. Y es que los refugiados que huyen de la guerra para alcanzar el paraíso de Europa ya no solo tendrán que enfrentarse al desembolso económico a las mafias o a los peligros que entraña enfrentarse al mar con embarcaciones más que rudimentarias. Porque, según ha denunciado la organización
Human Rights Watch grupos de ultras encapuchados están atacando a las embarcaciones que trasladan refugiados desde Turquía hasta Grecia, en el mar Egeo.
La ONG ha denunciado que estos ataques han sucedido en al menos ocho ocasiones, de acuerdo con los testimonios que han recogido estos últimos días.
Los ataques se perpetran desde lanchas rápidas y consisten en envites para romper el motor, pinchazos, tirar toda la gasolina del bote o incluso remolcar de vuelta a los refugiados hasta Turquía. HRW también ha denunciado que se han producido agresiones físicas contra los refugiados.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com