• Depresión en Moncloa. El presidente ya sólo quiere mantener el aforamiento como defensa judicial en la oposición.
  • Y así, se ha convertido en un personaje que no entusiasma ni a sus próximos.
  • Los empresarios dan al PP por perdedor y confían en una alianza PSOE-Ciudadanos, que neutralice a Podemos. Consigna en el CEC: que nadie hable de política.
  • Y Pedro Sánchez (Zapatero-2) prepara a su séquito antes que sus ideas: otro presidente por accidente.
  • Soraya ya se ha convencido de que, si quiere liderar la derecha española, deberá pasar por la oposición. Rajoy no le deja otra opción.
  • Los únicos con ganas de seguir luchando son el incombustible Moragas y… ¡José María Aznar!
En Moncloa cunde la depresión. No, no hablamos de Cospedal, eso es Génova. O era. Y que conste que todo lo dicho sobre ella es cierto: intentó ser vicepresidenta y le respondieron, vía Jorge Moragas, para mayor humillación, que se conformara con ser ministra de Educación. Es decir, un ministerio de cuatro años para un periodo de cuatro meses. Su enemiga, Soraya Sáenz de Santamaría, se sintió renovada y fortalecida, pero el problema de la depresión que asola el Complejo Moncloa no procede de ningún segundo sino del gran hombre. En pocas palabras, Mariano Rajoy ha tirado la toalla. Ni en sus mejores momentos, por ejemplo, cuando contempla el canal Teledeporte, su favorito, piensa en otra cosa que en pasar a la oposición y mantener el aforamiento. Y de arriba abajo, la depresión reina en todo el tejido monclovita. La gente ya está pensando en irse. Y no, Rajoy no está pensando en que nadie le sustituya como cabeza de cartel para las generales. Eso sí que no. Ahora bien, Vamos, que en Presidencia ya cunden los convencidos de que Rajoy será Mariano el Breve, una sola legislatura (hasta Zapatero consiguió dos) y que Pedro Sánchez "Maravillas", será presidente por accidente, un Zapatero-2. Zapatero llegó a la cumbre gracias a un atentado salvaje, Sánchez por abandono del contrincante, un Rajoy que ya no entusiasma ni a sus más próximos. Él se lo ha creído, y ya prepara a su séquito antes que su programa y sus ideas, de suyo bastante escasas. Cuando se lo advierten saca a colación lo de la España federal, idea que lanzara Rubalcaba antes de que supiéramos quién era Pedrito Sánchez "Maravillas". Pero da lo mismo. Hasta los poderosos empresarios del CEC juegan ya a Pedro 'el guapo' como presidente. Saben que es un personaje tan ambicioso como indocumentado, tan obsesivo con Moncloa como insensato, con pocas y muy confusas ideas y una gran ansia de venganza respecto a todos los que le han despreciado (Susana Díaz incluida), con más arrogancia que corazón… pero ya dan por sacrificado a Rajoy y necesitan otro con el que siga habiendo negocios en "estabilidad". Eso sí, los hombres del CEC se han juramentado para no hablar en público de política -lógico, no se fían ni de ellos mismos- esconderse debajo de la mesa y maniobrar, en la medida de lo posible, para que la cabeza vacía de Pedrito Sánchez no se llene con Podemos sino con Ciudadanos. De este lado, evitarían el Frente Popular que el enajenado Sánchez ha ido creando por España. Curiosamente, el jueves rugía Ahroa en común, una especie de PODemos bis, en el que todos los que están hartos de la arrogancia de Pablo Iglesias quieren unirse y presentarse a las elecciones. En Moncloa, Soraya se ha dado cuenta de que tiene que pasar por la oposición y que incluso su higiene en materia de corrupción no basta para convencer al partido. El único que mantiene cierta ilusión de que todavía es posible el triunfo es Jorge Moragas, ahora chico para todo, y, asombro de los asombros, José María Aznar, quien considera que Rajoy puede y debe cambiar y que el efecto Bárcenas acabará diluyéndose y que el votante del PP puede volver al redil siempre que el PP vuelva a sus principios (que ya empezó a abandonar con Aznar, dicho sea de paso). En cualquier caso, Rajoy está roto y la depresión cunde en Moncloa. Necesitamos un buen psiquiatra. Pero Rajoy está roto, y eso se nota. La depresión cunde en Moncloa. Eulogio López eulogio@hispanidad.com