El candidato a la Presidencia del PP, Pablo Casado, ha asegurado hoy, miércoles, que quiere que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tenga un «papel nacional relevante» en el partido si él lo lidera.

Muchos cargos populares están pendientes del voto del feudo gallego. La candidatura de Pablo Casado espera que su mensaje le favorezca en el último minuto, informa la SER.  Y todo esto no deja de ser una de las muchísimas manipulaciones de Carcoles (María G. Pico, mano de derecha de Soraya, en la imagen). Al mismo tiempo, Soraya, con actitud angelical, insiste en que continúa luchando por una candidatura única que evite la división del partido. Eso sí, con ella al frente, naturalmente. Casado, casualmente, se niega.

En el PP la situación es tensa. Hay muchos nervios. “Con todo esto estamos dando un auténtico espectáculo”, señala un diputado. Mientras cada día son más los dirigentes que se van posicionando. Este miércoles, Soraya Sáenz de Santamaría tendrá acto en Toledo para tratar de desmontar la idea de que todos los compromisarios de María Dolores de Cospedal se han ido con el candidato popular.

Este martes la exvicepresidenta y Casado mantuvieron, por fin, esa conversación privada que tenían pendiente. Fueron tan solo cuarenta minutos que no sirvieron de nada. No llegaron a ningún acuerdo. El equipo de Santamaría tachó el encuentro de “discreto y cordial”. Ella fue a pedir una vez integración pero, una vez más, él le dejó claro que quiere llegar hasta el final.

De ese modo, los dos dirigentes se enfrentarán en el Congreso Extraordinario los próximos días 20 y 21 de julio. Un escenario en el que ambos se ven ya vencedores

De ese modo, los dos dirigentes se enfrentarán en el Congreso Extraordinario los próximos días 20 y 21 de julio. Un escenario en el que ambos se ven ya vencedores. Los colaboradores de Santamaría lo dan por hecho: “Contamos con la mitad de los delegados de la exsecretaria general. Ganaremos con más del 60 por 100 de los votos”. Mientras los del exvicesecretario ven a Santamaría “estancada”y sostienen que son ellos quienes se impondrán porque suman 2.100 compromisarios. Total, toda una guerra de cifras que no se dilucidará hasta el próximo sábado.

Hasta entonces, seguirán los reproches entre candidaturas. Los que rodean a la exvicepresidenta rechazan “pactos de perdedores”. Además, creen que la campaña de Casado ha sido "bélica" y lamentan que pida ahora un debate ideológico porque durante años formó parte del aparato del PP sin reclamarlo.

Casado ha sugerido que su rival en esta carrera Sáenz de Santamaría «no supo integrar» cuando como vicepresidenta coordinaba el Ejecutivo que presidía Mariano Rajoy, y por eso ahora hay muchos exministros que le apoyan a él y no a ella.