Vender sí, pero fabricar, no. Y si, además, la venta está subvencionada por el Gobierno, mejor. Tras anunciar el cierre de su planta de Barcelona y un ERE para 2.525 empleados, que afectará de manera indirecta a otros 25.000 trabajadores, Nissan quiere tranquilizar al mercado español, uno de los más importantes para la firma japonesa.

“Nissan no se va de España ni de Europa”, ha afirmado este lunes el consejero director general de Nissan Iberia, Marco Toro, en un comunicado. “Nissan, emplea más de 4.000 personas, en sus operaciones comerciales y red de concesionarios en España. Mantenemos la sede central de las operaciones comerciales para el mercado ibérico y tenemos más de 200 puntos de venta y asistencia en taller, en Península, Canarias y Baleares”, ha señalado.

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Ciertamente, el mercado español es muy importante para Nissan que, tras el cierre de Barcelona, sigue el ejemplo de otras marcas que sólo les interesa nuestro país desde un punto de vista comercial, no industrial. “En los últimos 3 años, Nissan ha vendido más de 200.000 vehículos, que han supuesto para el Estado español una recaudación de más de 1.000 millones de €”, ha justificado Toro.

Todo es optimismo en la empresa japonesa tras cerrar su fábrica española: “Tenemos plena confianza en la fortaleza de la marca y en la sólida profesionalidad de nuestra red de concesionarios en España, para acompañarnos en el desarrollo de nuestro plan de negocio futuro para 2023”, ha señalado.

“Nuestro compromiso con nuestros empleados y con nuestros clientes en España, permanece inquebrantable”, ha sentenciado Toro. Compromiso para vender, no para fabricar.