• José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada, condenados a dos años de prisión por sus retribuciones millonarias.
  • Julio Fernández Gayoso y Ricardo Pradas también a la cárcel, como cooperadores necesarios.
  • Y ojo, la cuestión más dura: el Banco de España permitió estas retribuciones millonarias cuando la entidad estaba en crisis.
  • Javier García de Paredes, absuelto: renunció al 40% de su indemnización, algo que le pidió José María Castellano al llegar a NCG Banco y ha devuelto 5 millones.
  • Se lo pidió a todos, pero solo Paredes aceptó.
  • Recuerden que la entidad tuvo que ser rescatada con 9.000 millones de euros de dinero público.
  • El fallo crea precedente: penas de prisión por salarios excesivos.
En la tarde del lunes, se conoció la condena y el ingreso en prisión de cinco miembros de la cúpula de Novacaixagalicia. Aunque se debe recordar a José Luis Méndez (en la imagen), ex director general de la antigua Caixa Galicia, que no se ha visto salpicado en el lío judicial a pesar de que se llevó 15 millones de euros, pues su delito ha preescrito. José Luis Pego, ex director general de Novacaixagalicia; Gregorio Gorriarán, responsable inmobiliario, y Óscar Rodríguez Estrada, responsable de la integración de las antiguas cajas gallegas (Caixa Galicia y Caixanova), han sido condenados a dos años de cárcel por sus retribuciones millonarias. Las cuantías oscilaban entre los 690.000 euros y los 7,7 millones de euros, y en total ascendían a unos 19 millones. Los tres están acusados por delitos de administración desleal y de apropiación indebida. Mientras, Julio Fernández Gayoso, expresidente de Caixanova, y el asesor jurídico Ricardo Pradas también van a la cárcel por ser cooperadores necesarios en el asunto. Y ojo, porque el Banco de España fue el que permitió estas retribuciones millonarias cuando la entidad estaba en crisis, pues el organismo encargado de aprobar las pensiones y salarios de los consejeros de las entidades. Recuerden que Novacaixagalicia era una caja de ahorros que surgió en diciembre de 2010, tras la fusión de dos cajas gallegas (Caixa Galicia -que iba mal- y Caixanova -que tenía una buena situación-). En 2011, traspasó su negocio bancario y activos a un nuevo banco, NCG Banco, que fue nacionalizado y necesitó una inyección del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y finalmente éste último lo vendió en 2014 al banco venezolano Banesco, que lo rebautizó como Abanca. José María Castellano presidió NCG Banco desde 2011 y hasta su venta por parte del FROB a Banesco. Al llegar se encontró con la papeleta: millonarias retribuciones de los consejeros, que en sus contratos firmados en torno a 1999 señalaban que tenían derecho a percibir su sueldo hasta los 65 años y tras la fusión de las cajas gallegas, igualaban sus condiciones al alza y reivindicaban cualquier mejora que se hacía a la plantilla. Primero, Castellano les pidió que renunciaran al 100% de estas retribuciones, pero no tuvo éxito. Más tarde, rebajó el recorte hasta el 40%, pero tampoco ganó el pulso, pues sólo Javier García de Paredes aceptó dicha renuncia. Dicho directivo fue absuelto tras devolver los cinco millones que se llevó de indemnización. Hay que destacar que Fernando Restoy, entonces subgobernador del Banco de España, no quiso encargarse del asunto y mandó a la entidad gallega a Pedro González, del que pasaron. Claro que en todo el asunto de Novacaixagalicia conviene recordar que la entidad tuvo que ser rescatada con 9.000 millones de euros de dinero público. Y atención, porque el fallo crea precedente: penas de prisión por salarios excesivos. Eso es nuevo. Cristina Martín cristina@hispanidad.com