Parece que cada vez hay menos trabas a la fusión entre Fiat Chrysler y Renault, allanando el camino a esta operación entre el grupo italo-estadounidense y el francés para dar lugar al tercer mayor fabricante automovilístico. Y es que Nissan no se opone a tal movimiento, según el diario japonés Nikkei, y el Gobierno francés está dispuesto a reducir a la mitad su poder (ahora es dueño del 15% de Renault) a cambio de que se mantengan los empleos y las plantas galas.

Los directivos de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, muy cuestionada tras el ‘caso Ghosn’, se han reunido en la sede de Nissan, en Yokohama (Japón) para analizar dicha fusión. Y es que muchos detalles deben “ser resueltos” antes de concretar una postura, pero ya es bastante positivo que el punto de partida no haya sido una negativa.

Por su parte, desde el Gobierno Macron, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha afirmado que pedirá determinadas garantías para respaldar la citada fusión. Entre ellas: el mantenimiento de los empleos y las plantas galas, estar bien representado en la dirección de la fusionada y que el acuerdo se enmarque en la alianza entre Renault y Nissan.

Por cierto, UGT ha pedido al Gobierno Sánchez que defienda los intereses de los empleados españoles y espera que lo priorice como al menos lo está haciendo Francia, pues están en juego más de 13.000 puestos de trabajo. Y paralelamente, no hay que olvidar que Nissan, la única firma asiática que fabrica en España, ha anunciado un plan de prejubilaciones para ganarantizar el futuro de la planta de Los Corrales de Buelna (Cantabria), que afectará a 80 empleados de los 580 que tiene en plantilla. Es su forma de contrarrestar la menor carga de trabajo (-17%) de los dos últimos años por la caída de la producción de sus principales clientes (las fábricas de Reino Unido, Barcelona y Ávila).