• FG ya empieza a criticar a Carlos Torres Vila (aún no lleva dos meses en el cargo de COO).
  • Según el presidente del BBVA, la organización no está vendiendo correctamente su revolucionario concepto de banca: la banca digital.
  • No se han cumplido dos meses desde que le cortó la cabeza a Ángel Cano y ya filtra nuevos cambios en el equipo ejecutivo.
Dos grandes bancos. Y mejores que sus colegas europeos. Y encima realizan una mejor labor social y colaboran al bien común más que los europeos. Sin embargo, lo del Santander empieza a ser trágico, lo del BBVA cómico. Ana Botín ha hecho dos cosas con su última remodelación: reducir el corporativo -eso está muy bien- y rejuvenecer la cúpula -que no sé si está bien pero se vende muy bien-. En cualquier caso, nada que objetar. Ni tan siquiera que no ha esperado mucho tiempo antes de que el subsecretario de Presidencia, Jaime Pérez Renovales, se incorporara como todo un Ceo-bis. La verdad, me sorprende todo el poder que acumula Renovales, pero no me importa porque le considero un buen elemento. No entraré en puertas giratorias y otras fruslerías. Insisto: es un buen elemento, de lo mejorcito que había en Presidencia del Gobierno y Ana Botín ha acertado con su nombramiento. No me extraña que Soraya Sáenz de Santamaría se haya quedado un poco mosca. Ni tampoco sería un problema que Rodrigo Echenique se quede como 'presidente' de Santander España, mientras Ana Botín se reserva la gobernanza del banco en el mundo mundial. No, lo que preocupa de la gestión de Ana Botín es que su necesidad de capitalización le ha echado en manos de los fondos, que nunca son buena compañía para nadie. A los fondos no les gusta la banca universal y doméstica: les gusta la plusvalía rápida que se consigue por la vía de la banca de inversión. Y eso es lo que pretenden unos institucionales que influyen cada vez más en la gestión del banco con sede en Boadilla del Monte, provincia de Madrid. Influyen mucho más con Ana Botín que con Emilio Botín. Y ahí la estrategia de Ana Botín adquiere tonos de tragedia, porque bien podría ser que cuanto mejor fuera la cuenta de resultados más apetecible resultara para la banca en la sombra destrozar el Santander con sustanciales y habituales troceamientos y con la obtención constante de plusvalías. Es decir, vender y comprar en lugar de gestionar. Vamos con el BBVA. En este caso el asunto resulta cómico. Otro gran banco español, dirigido por Francisco González (FG), un hombre que se niega a retirarse y que, a sus 70 años de edad, va prescindiendo de ejecutivos jóvenes, para ser exactos de todo aquel que pueda sucederle. FG hizo una remodelación, la enésima, el pasado 5 de mayo y elevó a Carlos Torres Vila a rector de la banca digital, lo que los trabajadores del BBVA llaman la PBD (P… banca digital ,si ustedes me entienden). Y que con el trabajo de Pablo Ferrer ya sabemos en qué consiste en la práctica. Pero FG asegura que Torres Vila -menos de dos meses en el cargo- no está cumpliendo con eficiencia la tarea de pregonar a los cuatro vientos las dos ideas-fuerzas del asunto: que la banca digital es el futuro para los demás y el presente para BBVA y que la banca digital la inventó FG. Así que en el BBVA ya se empieza hablar de una nueva remodelación, que no está nada mal dado que los nuevos cargos aún no se han sentado en su despacho. Aunque, eso si, ya ha provocado una guerra civil en el Grupo. Y la verdad es que en esa presunta nueva remodelación, no se sabe qué poder podría asumir FG que no haya asumido ya. En definitiva, la presión de los fondos puede llevar a Ana Botín a la tragedia. Por el contrario, FG no tiene porque acabar en tragedia alguna: ya es una comedia de enredo. De enredo digital. Eulogio López eulogio@hispanidad.com