La defensa de la mujer no consiste en crimininalizar al hombre
La irrupción de Vox en el Parlamento andaluz y su propuesta de derogar la ley de violencia de género, sustituyéndola por una más amplia de violencia intrafamiliar, han vuelto a llevar el tema al debate público y a las calles con protestas de las feministas. Por eso E-Cristians pide acabar con la perspectiva de género en la legislación española para proteger a todas las personas por igual. Veamos sus razones.
La defensa de las mujeres no puede fundamentarse en criminalizar a todos los hombres, como ahora sucede en la ley contra la violencia de género, las políticas desplegadas y el Pacto de Estado acordado. Así, dicha defensa está falseada y fracasa.
La ley contra la violencia de género es una anomalía democrática: castiga más al hombre que a la mujer por cometer el mismo delito
Dicha ley es una anomalía democrática al sancionar de forma diferente el mismo delito en función del sexo del autor y no de las características del delito:
- Si es hombre, por coacciones leves, la pena máxima es de un año de prisión y trabajos para la comunidad durante 80 días. Mientras, por lesiones graves, afronta una pena mínima de dos años y con certeza entrará en prisión.
- Si es mujer, por coacciones leves, basta que tenga una localización fija un máximo de 30 días y haga trabajos para la comunidad durante 30 días. Por su parte, en el caso de lesiones graves, la condena será de tres meses y seguirá en libertad.
Los centros escolares públicos no pueden imponer una ideología: deben estar supeditados a los criterios de los padres en educación moral y religiosa
E-Cristians rechaza que la perspectiva de género se haya convertido en ideología política con la pretensión de ser la doctrina del Estado. Asimismo, subraya que los centros escolares públicos no pueden imponer una determinada ideología y deben estar supeditados a los criterios de los padres respecto a la educación moral y religiosa como principio constitucional.
Por todo esto, considera pertinente diferenciar entre feminismo y feminismo de género. El primero es la lucha histórica de las mujeres para garantizar sus derechos civiles, sociales y políticos en igualdad de condiciones que los hombres, práctica que tiene en su origen a pioneras cristianas como Seneca Falls. Mientras, el feminismo de género tiene como finalidad una dialéctica de lucha contra los hombres, penalizando más y más la condición masculina y sólo defiende a las mujeres que encajan con su ideario (al resto las desprecia y las critica).
Hay que diferenciar entre feminismo y feminismo de género: el primero defiende la lucha por la igualdad, el segundo lucha contra los hombres
Pero ojo, porque la mayor violencia que se ejerce sobre las mujeres es la prostitución y hasta ahora, los partidos políticos no han encontrado la ocasión de prohibirla, limitarla o al menos, evitar que terceros se lucren con la misma. Una gran hipocresía si lo que quieren es defender los derechos de las mujeres, como lo son los vientres de alquiler.
Y ante todo este escenario, es necesario buscar políticas más respetuosas y que protejan a todas las personas, revisar el carácter discriminatorio de las leyes y suprimir la perspectiva de género de toda la legislación.