• De hecho, el BAI se redujo un 6,7%.
  • Eso sí, el Ebitda aumentó un 4,9% gracias al impulso de las renovables y del negocio de redes.
  • Por el momento, la gran compra de la americana Avangrid ha tenido un impacto negativo de 60 millones de euros en el Ebitda.
  • La deuda aumentó por el mayor reparto de dividendo y, sobre todo, por la compra de Avangrid.
En esto de la prensa económica a veces no nos enteramos y otras no nos queremos enterar. Puede ser que las prisas con las que nos movemos tan a menudo, nos hacen rellenar las reseñas de las cuentas de resultados de las sociedades con un simple vistazo y no dando más importancia al significado de las partidas monetarias. Todo vale. Llenamos el espacio destinado a este menester y ya está. El becario (con todos mis respetos hacia él) se encarga de rellenar la plantilla con los cuatro datos que le marca el redactor y ya está, objetivo logrado. Espacio relleno y que el lector se busque la vida y saque sus deducciones, si puede. Esto es lo que llevo viendo en los últimos tiempos en la prensa económica, y este miércoles ha sido clamoroso con los comentarios de las cuentas presentadas por Iberdrola. De los comentarios que he podido leer sobre ellas, solo uno ha incluido el porqué del 4,1% de incremento en los resultados del 2015. Digamos que Iberdrola ha presentado un resultado de 2.421,6 millones de euros (M€), frente a los 2.326,5 del ejercicio anterior, con un incremento en el margen bruto del 5,4% debido, principalmente, a los crecimientos de las aportaciones de los negocios de renovables y redes, que se incrementan en un 16,1 y 5,2% respectivamente. Son los mismos motivos que se aplican al incremento del 4,9% del Ebitda, ya que el crecimiento de la mayoría de los gastos de explotación ha sido contenido. La integración de Iberdrola USA y la americana UIL, actualmente Avangrid, ha tenido un impacto en la cuenta de resultados de menos 60 M€ en el Ebitda, y de 45 M€ en el beneficio neto, por los diferentes costes asociados a la operación. Pero el impacto importante en la cuenta de resultados de la compañía ha estado en la partida del impuesto de sociedades. El efecto fiscal de la reducción del tipo impositivo del 30% al 28%, unido a la reducción aplicada también en los tipos impositivos del Reino Unido, han reducido el impacto impositivo en un 37%, esto es, 310 M€ respecto al 2014. Ese es el principal motivo del incremento del resultado del ejercicio. Solo es necesario ver que el beneficio antes de impuestos se redujo en un 6,7%. Después de esto, efectivamente, la siguiente noticia importante es el desbloqueo del incremento del dividendo a repartir, que desde hace cuatro años estaba congelado debido a las repercusiones de la reforma del sistema eléctrico y que se había quedado anclado en 0,27€ por acción. Para este ejercicio, con el aumento del 4% anunciado, llegará a 0,286€ por acción. La deuda de la compañía se ha incrementado en 2.448 M€, un 9,5% más que en 2014, con una motivación principal que es la integración de UIL y el pago de dividendo extraordinario a sus accionistas. Fuera de estos pagos extraordinarios el crecimiento de la deuda significó un 0,2%. La inversión de Iberdrola ha sido importante durante este ejercicio. Ha llegado a 3.223 M€, un 37% más que en 2014. La eléctrica ha dedicado un 62% del total a crecimiento del negocio (importante diferencia respecto a Endesa). Duro recorrido le espera a la sociedad presidida por Ignacio Galán (en la imagen). A las secuelas de las sucesivas reformas del sistema eléctrico, se une lo que aún nos puede quedar de reformas del sector, y que veremos en función de cómo acaben las negociaciones para la constitución de un nuevo gobierno. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com