• El Ceo amenaza al Gobierno británico con "llevarse el negocio a otra parte" si no amplía el aeropuerto de Heathrow.
  • Paradójico que esgrima el potencial de Madrid o Dublín (Aer Lingus), cuando reserva a British los principales mercados (Asia y EEUU).
  • IAG ha pedido expresamente una tercera pista en Londres, pero el Ejecutivo retrasa la decisión al verano.
Sorprendentemente que Willie Walsh (en la imagen), consejero delegado de IAG, el hólding que agrupa a Iberia, British Airways, Vueling y, desde agosto, la irlandesa Aer Lingus, aproveche una cuestión interna británica, la ampliación del aeropuerto de Heathrow, para amenazar al Gobierno de David Cameron con retirar parte del negocio del grupo a España o Irlanda. Pero es lo que ha hecho a través de a través de una tribuna abierta en el diario británico Daily Mail. Suena a baladronada, si tenemos en cuenta que Walsh es más consciente que nadie de que el principal negocio para IAG es y seguirá siguiendo Londres, por las líneas de British Airways con Nueva York y otros puntos de EEUU. "Yo no soy inglés, soy irlandés", ha contestado a veces con sorna cuando se le ha preguntado por el trato de favor a British Airways. Y es sorprendente, si tenemos en cuenta que Walsh ha empezado a creer a Iberia, después de años de penalización, cuando ha visto en los balances que la compañía española empezaba a dar sus frutos (en el último balance, el de septiembre, el beneficio aumentó un 23%). La cuestión de la polémica, como decía, es interna y afecta a una decisión del Gobierno británico sobre la ampliación del aeropuerto de Londres. La compañía pidió expresamente una tercera pista lo antes posible, teniendo en cuenta que es su plaza fuerte para creer, y Cameron no se lo ha tomado tan en serio como suplica IAG y retrasa la decisión hasta el verano. Conclusión: Walsh se cabrea, presiona y amenaza con "llevarse el negocio a otra parte". Insisto, no se lo cree ni él, pero lo dice. "Tenemos compañías en Dublín y Madrid -cuenta- y podríamos ampliar ahí nuestro negocio, apoyando las economías irlandesa y española". Añade que la ampliación del aeropuerto es "un asunto políticamente tóxico", teniendo en cuenta el negocio que genera para el Reino Unido esa infraestructura, pero eso no quita que el retraso de esa decisión hasta el verano fue "shock". Nada cambiará, previsiblemente, en la política del grupo IAG, que reserva a British todo el potencial para los grandes mercados asiático y norteamericano. Y a eso, en paralelo, el papel de Iberia, reservado prácticamente a recuperar líneas que había abandona en su territorio natural, Hispanoamérica. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com