Euskaltel ha lanzado este miércoles (por fin) su marca Virgin Telco en todo el país de manera oficial. Quien lo desee puede hacerse cliente de Virgin desde hoy mismo, aunque únicamente de móvil por las restricciones del estado de alarma. En cualquier caso, Virgin irrumpe como el quinto operador convergente de nuestro país con ofertas muy agresivas, justo en el momento en el que comenzamos a notar los efectos de una crisis económica sin precedentes.

El objetivo de la teleco que dirige José Miguel García es crecer rápido y captar 60.000 clientes de fijo y 183.000 de móvil antes de que termine el año, a pesar del confinamiento. El plan de García a largo plazo es lograr 1,6 millones de clientes de fijo y 3,2 millones de móvil para 2025, con una facturación de 1.300 millones de euros.

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En otras palabras, hay que moverse rápido y con ofertas agresivas que permitan ‘robar’ clientes a la competencia. “Va a romper las propuestas convergentes actuales, con ofertas de valor frente al low cost que hay ahora en el mercado”, ha afirmado García. Cosa distinta será el servicio que preste. Habrá que esperar para verlo.

Mientras, el PNV y Zegona continúan su pugna por el poder dentro de Euskaltel. Dos objetivos bien distintos: el del Partido Nacionalista Vasco se resume en no perder ‘su’ teleco. No es momento de reducir parcelas de poder y menos todavía en víspera de elecciones. Ya lo dijo Íñigo Urkullu hace algo más de un año: Euskaltel “tiene blindado el arraigo en Euskadi en sus propios estatutos, con una mayoría reforzada del 75%”.

Por otro lado, el objetivo de Zegona, que se reduce a recuperar la inversión realizada con plusvalías millonarias. El fondo británico no tiene prisa, pero se marchará cuando haya cumplido su objetivo. No tiene vocación industrial, sólo especulativa y, en el mejor de los casos, financiera.