• Recela de que una tecnológica española que va bien se fusione con una multinacional extranjera.
  • Y tiene motivos, en el caso de Siemens, que no se ha portado precisamente bien con España.
Al Gobierno español no le gusta un pelo la posibilidad de que Gamesa caiga en manos de Siemens, que es lo que ocurría si prosperan las negociaciones para una fusión con la multinacional germana. Aunque hay un pero importante: el Gobierno está en funciones y su capacidad de maniobra -lean, presión- es muy limitada. La razón del rechazo tiene su lógica: es una de las tecnológicas que ha sobrevivido con éxito a la crisis, al contrario que Abengoa, y no es plan que acabe atrapada por un grupo extranjero. El éxito de Gamesa ya se lo contamos, al explicar que Gamesa acertó con el viento y Abengoa fracaso con el sol. Esa fortuna es uno de los motivo por lo que la empresa subió un 121% en bolsa en 2015. Hoy es uno de los líderes mundiales en el sector de aerogeneradores y unida a Siemens crearían el mayor fabricante de aerogeneradores. Iberdrola controla el 20% de la empresa vasca, pero no parecen alterarle mucho los planes de Siemens. Otra cosa es que ofrezca el único flanco de presión para el  Gobierno y evitar así la operación. Pero ha jugado a todas las bandas, como explicamos, a la hora de adjudicar contratos en Escocia. Tan pronto contrató a Gamesa, en lo que parecía un pequeño romance como antaño, cuando era su principal cliente, como a la semana siguiente adjudicaba otro contrato más potente a Siemens. Entre los imponderables que maneja el Gobierno para rechazar la fusión está una consideración no menor: que se trata de Siemens precisamente, una multinacional espléndidamente tratada por las administraciones de turno en España, pero que no ha contestado con la misma moneda que se dice. Al contrario, ha reducido drásticamente su plantilla en los últimos años en nuestro país para fabricar, encima, lo que nos venden desde Alemania. Desde 2012 un recorrido por Siemens es recorrido entre expedientes de regulación de empleo. Ahora, por cierto, es una de las compañías que puja por el megacontrato de suministro de 30 nuevos trenes del AVE y su posterior mantenimiento, un pedido estimado en 2.642 millones de euros. Siemens ha sido preseleccionada por Renfe, pero como los seis restantes: CAF, Talgo, Alstom, Bombardier e Hitachi. Y al respecto, ya les contamos que la presidenta de Siemens, Rosa García, aprovechó la circunstancia para hacer depende el futuro laboral de la planta de Connellà -una de las cuatro que tiene en España- de ese contrato con Renfe. Una amenaza al fin y al cabo. La noticia de una posible fusión con Siemens, sin embargo, fue muy bien acogida en bolsa. Gamesa confirmó las negociaciones el 29 de enero y la revalorización fue del 19%. Desde entonces, los títulos siguen cotizando en el mismo nivel, el entorno de los 17 euros. ­Rafael Esparza rafael@hispanidad.com