António Mexia, presidente de EDP
EDP ha cumplido las previsiones de beneficios que manejaba para 2019, algo que ha celebrado su CEO, António Mexia, en la presentación de las cifras vía internet (horas después de que se publicaran a cierre de mercado del pasado jueves). Y todo ello pese a tener otro mal año en Portugal (el segundo en negativo), dado que la mejora se debe, sobre todo, al buen rumbo de su joya de la corona, la filial de renovables -EDP Renovables-.
La energética lusa sigue teniendo como principal accionista a los chinos de Tres Gargantas -China Three Gorges (CTG)-, que tras el fracaso de su OPA mantienen su participación del 23,27%. Por tanto, son el gran beneficiado de la marcha de EDP. En concreto, el Ebitda se ha situado 3.706 millones de euros, un 12% superior al del año anterior (3.317 millones): las renovables (o sea, EDPR) han aportado 2.286 millones (+4%), lo que representa el 62% del total, y el negocio de redes reguladas, 991 millones (19%), ha explicado Miguel Stilwell, el director financiero de EDP.
El beneficio neto recurrente ha ascendido a 854 millones (+7%) y el beneficio neto, a 512 millones (-1%)... y los accionistas contentos: el ‘pay out’ es del 81%
Por su parte, el beneficio neto recurrente ha ascendido a 854 millones (+7%), que se desglosa en: una menor aportación de Portugal (123 millones en vez de 285); mejora en España (186 millones frente a 137); el notable aumento de EDPR, que ha pasado de 263 millones a 404 millones (suponiendo el 47% del total); y un ligero aumento en Brasil (pasa de 111 millones a 141).
Claro que la energética también ha dado la cifra del beneficio neto, que se ha visto afectado por algún extraordinario (como la venta de activos hidráulicos lusos o la que ha hecho EDPR), y se ha situado en 512 millones (-1%). En este apartado, la filial de renovables ha supuesto 392 millones (casi el 77% del total); Brasil, 153 millones; España, 64 millones; y Portugal ha encadenado otro año en negativo (-98 millones).
Y dado que se han cumplido las previsiones, los accionistas -entre ellos, CTG, así como BlackRock, Mubadala (un fondo soberano de Abu Dabi y principal accionista de Cepsa), Sonatrach (la compañía estatal de hidrocarburos de Argelia), el fondo soberano de Qatar o Norges Bank, por ejemplo- sacarán tajada. Y es que EDP tiene un pay out del 81% y ha anunciado un dividendo de 0,19 euros por acción.
Paralelamente, Mexia ha recordado algunas pinceladas del Plan Estratégico 2019-2022, que tiene entre sus pilares: una atractiva remuneración del accionista, la optimización del portfolio, la eficiencia y la digitalización. Por supuesto, EDP quiere ser una compañía cero emisiones en 2050 y para ello se despedirá por completo del carbón en 2030 y apostará fuertemente por la generación renovable. Al hilo de esto, cabe recordar que en España tiene dos térmicas en Asturias -una en Soto de Ribera, que ha adelantado su cierre, y otra en Aboño, donde el grupo 1 se convertirá a gas y el 2 se mantendrá como respaldo- y una en el país vecino, Portugal, -la de Sines, que cerrará en 2023, aunque la fecha está condicionada a márgenes positivos-.