- El primer banco germano se da un respiro en la tormenta: gana 278 millones y pone 400 millones en la despensa (5.900).
- Inesperado beneficio (frente pérdidas de 6.000 millones) pero el techo de la multa en EEUU es de 12.500 millones.
- Deutsche Bank aprovecha la mayor negociación en el mercado de deuda en su perfil de banca de inversión.
- Aumenta sus ingresos sólo un 2,2%, en parte gracias al Brexit, que obliga a refugios rentables.
Deutsche Bank se ha dado un respiro en su turbulento escenario de sombras al anunciar un inesperado
beneficio en el tercer trimestre. No es mucho, 278 millones de euros, pero sí un reflejo de que puede estar funcionando el
duro ajuste en la entidad del presidente ejecutivo, el británico
John Cryan (
en la imagen). En el mismo periodo del año pasado, en plena tormenta, las
pérdidas fueron de 6.000 millones.
Es lo más destacado de los resultados hasta septiembre del primer banco germano, junto a otro apartado, el de las
provisiones para litigios. Deutsche Bank ha decidido
engordar esa partida en 400 millones, en lugar de la de beneficio (no deja de ser un
gesto). Pasan así de 5.500 a 5.900 millones de euros.
No es para menos, si tenemos en cuenta la multa de 12.500 millones que afronta en EEUU por su responsabilidad en la
crisis de la subprime, pero las provisiones, en cualquier caso, están muy lejos de la sanción que está negociando para rebajarla. Y ese acuerdo tiene en vilo al banco, al
Gobierno alemán y, por su puesto, a sus
accionistas.
Lo que ha dicho al respecto
John Cryan es que las negociaciones siguen, aunque ese episodio, ha dicho también, ha eclipsado "los buenos pasos que están dando en la
reestructuración del banco".
El banco ha aumentado ligeramente sus
ingresos en el tercer trimestre, hasta 7.500 millones ( 2,2%), por encima de las previsiones de los analistas, en parte gracias a la mayor negociación en el mercado de deuda. Eso beneficia a la
banca de inversión, el
fuerte de Deutsche Bank.
En aumento de ingresos en esa actividad, del 14%, tiene mucho que ver con los resultados del
Brexit, que obliga a los inversores a buscar refugios rentables.
Rafael Esparza