- "Nos sentimos angustiados por los crímenes indecibles contra los seguidores de Cristo en el mundo", señalan.
- "La violencia en Kandhamal fue la peor desencadenada contra los cristianos en la historia moderna de la India, en 300 años", recuerdan.
- "La violencia, duró cerca de cuatro meses, y causó la muerte de 101 fieles y 75.000 desplazados de sus hogares y aldeas", añaden.
- Por todo ello, "compartimos nuestras historias de esperanza, de fe y de lucha por la justicia", afirman.
Profunda simpatía y solidaridad hacia los
cristianos de Oriente Medio, especialmente en
Siria: es lo que expresan los supervivientes de las masacres contra los
cristianos que se produjeron en 2008 en
Orissa, en el distrito de Kandhamal, reunidos por primera vez en los últimos días para "compartir nuestras luchas por la justicia, la libertad religiosa y la dignidad humana", remarca un comunicado enviado a la
Agencia Fides.
El encuentro,
celebrado en el Centro Pastoral 'K. Nuagaon' el 9 de febrero, en el distrito de Kandhamal, ha tenido como objetivo construir la comunión y la solidaridad entre las víctimas de la violencia, que han perdido a sus seres queridos. "Compartimos nuestras historias de esperanza, de fe y de lucha por la justicia" recordando a los supervivientes, que tributaban con un silencioso homenaje a sus difuntos, personas que han perdido la vida por ser cristianos. "La violencia en Kandhamal fue la peor desencadenada contra los cristianos en la historia moderna de la India, en 300 años. La violencia, duró cerca de cuatro meses, y causó la muerte de 101 fieles y 75.000 desplazados de sus hogares y aldeas" recuerda Fides.
"La violencia selectiva y la limpieza étnica y religiosa - continúa el texto- es un crimen contra la humanidad y no hay precedentes iguales en la historia reciente. Hemos podido entender el sufrimiento inimaginable de millones de personas sólo porque siguen diferentes tradiciones religiosas. Nos sentimos angustiados por los crímenes indecibles contra los seguidores de Cristo en el mundo.
Los fundamentalistas religiosos son el azote de la humanidad y no se detienen ni ante mujeres y niños". "Sólo podemos expresar nuestro sentimiento de solidaridad con el pueblo sirio que se enfrenta a una enorme crisis y que cuyas vidas corren peligro. Oremos para que la paz se restaure y para que los derechos humanos y la dignidad prevalezcan. La violencia en Siria debe terminar", ha dicho
Christudas Nayak, uno de los participantes.
El comunicado emitido después de la reunión concluye así: "Hacemos un llamamiento a las Naciones Unidas, a la Santa Sede, a los organismos inter-religiosos y grupos de la sociedad civil, para que trabajen por la promoción de la paz, la armonía y la tolerancia religiosa, en particular en Oriente Medio".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com