Mark Rutte, un holandés que no veranea en España, el rey de los halcones -no nos engañemos: no es sino un monaguillo de Berlín -que a Merkel le encanta jugar a neutral- lo ha dejado claro, nada más entrar al Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno en el que se pactan los Presupuestos para los próximos siete años.

Rutte ha hecho estas declaraciones al entrar: quien quiera dinero que reforme las pensiones y el mercado laboral. Eso significa que hay que bajar las pensiones (o retrasar la edad de jubilación) y el despido libre o asimilado. Es decir, lo contrario de lo que predican el PSOE y Podemos.

Y si no, pues no hay dinero.

Es más, Rutte ha dado un paso atrás en el proyecto de Unión Europea: quiere que el plan de Ayudas del Fondo de Recuperación de cada país debe ser aprobado por unanimidad, por los otros 27. Es decir, que Europa lleva 50 años intentado evitar la unanimidad porque de otra forma no es posible avanzar y ahora se da marcha atrás.

En cualquier caso, Sánchez no debe ir de pedigüeño. Lo que tiene que hacer es industrializar España aún a costa de endeudarse. O mejor, si vamos a endeudarnos de cualquier modo, que sea para industrializar el país. Ninguna ayuda europea lo logrará.