- Todo sea por reducir costes.
- La 'marca de la felicidad' vende menos por la obsesión con la salud y, por ende, obtiene menos beneficios.
- En bolsa, tampoco van bien las cosas para la multinacional ni tampoco para la 'megaembotelladora' europea.
- Pero tiene una idea para recuperar parte de la 'chispa': producir en África y así disparar las ganancias.
- Entre 2010 y 2020, habrán invertido allí 15.855 millones de euros, muy lejos de la cifra de Fuenlabrada (5) y la nueva marca (22).
- Sin olvidar que los Daurella poseen el 60% de Equatorial, la embotelladora en 12 países africanos.
Coca-Cola sigue empeñada en burlarse de
España, a pesar de ser una de sus mejores franquicias internacionales y donde actúa casi como un monopolio. Desde hace una década, apuesta por globalizar la distribución, por lo que la historia de
Fuenlabrada (
en la imagen) puede repetirse en otras plantas de nuestro país y de otros…
todo sea por la obsesión de reducir costes.
La 'marca de la felicidad' tiene como Ceo a
Muhtar Kent, que dejará el puesto en manos del director de Operaciones, James Quincey, en mayo. ¿La razón?
No tenía fuerzas para afrontar la nueva etapa marcada por un consumidor obsesionado por la
salud (diabetes y obesidad) que combate el azúcar.
Y es que
la multinacional de Atlanta vende menos debido a la obsesión con la salud y por ende, obtiene menos
beneficios. En concreto,
en el tercer trimestre, ganó un 28% y las
ventas cayeron más de un 7%.
Pero en
bolsa, tampoco van bien las cosas. En el último año, las acciones de Coca-Cola se han devaluado, pasando de los 47 dólares (43,79 euros) a los 41 dólares actuales (38 euros). Claro que la
'megaembotelladora' europea que preside
Sol Daurella tampoco levanta cabeza en el parqué: se estrenó el pasado junio a 35,5 euros por acción, pero ahora la cotización no logra superar esa cifra y está en los 32,5 euros.
Claro que la 'marca de la felicidad' tiene una idea para recuperar parte de la 'chispa':
producir en África las bebidas que venderá en España, según
Economía Digital, y así disparar las ganancias. Y es que en dicho continente los costes operativos son mucho más bajos.
Las cifras de
inversión reflejan esa idea, pues entre 2010 y 2020, Coca-Cola habrá invertido en las plantas africanas unos 15.855 millones de euros,
el triple que en la década anterior, y muy lejos de la cifra destinada al
centro logístico fallido de Fuenlabrada (5 millones) y a
Royal Bliss, la nueva marca española para bares (22 millones).
Todo ello sin olvidar que la familia Daurella es dueña, también, del 60% de
Equatorial, la embotelladora en 12 países africanos. Y como saben, en España no tuvo ningún reparo en hacer un
ERE con beneficios, cargándose la planta de Fuenlabrada y generando un
largo conflicto laboral que dura ya más de tres años. Por eso algunas plantas podrían vivir la misma historia que la madrileña. En España, cabe poner la lupa en Barcelona (tiene además un lío inmobiliario) y Valencia, situadas en cuencas con problemas de agua, y en Sevilla, las cuales intentan suplir la falta de Fuenlabrada. Claro que la historia también podría repetirse en otras plantas europeas.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com