- Leído en Cambrils: "Les acogemos para mejorar sus vidas y acaban con la nuestra". Puro fascismo.
- Los malos son los españoles y a los que debemos amar es a los moros, víctimas del racismo español.
- Ergo, tas el asesinato de 15 personas, el peligro no es el terrorismo, sino el racismo fascista.
- Y la venta de armas, a pesar de que las armas homicidas fueron una furgoneta y cuchillos.
- Pero el separatismo no odia a los asesinos: odia a España.
- Y lo malo es que el Síndrome de Estocolmo con el islam afecta ya a media España.
- Y eso degenerará en lo de siempre: en guerra civil: nos devoran los de afuera.
- Con el peligro consiguiente de invasión foránea. También musulmana.
Observen la foto. Un personaje,
por lo demás identificado como el amigo de los
proetarras de Bildu, le exige a "Felipe", un tal
Rey de España, que no se enlode con el
negocio de armas. O sea que fue Felipe VI quien asesinó a 15 inocentes en Barcelona y Cambrils.
Otra 'grosen chorradem' pero que formaba parte de una
encerrona preparada por los
cainitas del nacionalismo catalán y por los
comunistas de Podemos, vía
Ada Colau. Es decir, aquellos que con el
tonto útil de Pedro Sánchez van a crear el frentepopulismo que nos llevará a la
guerra civil.
Decíamos ayer, en la noche del sábado, que un observador no avisado que contemplara o participara en la
manifestación de Barcelona pensaría que se trataba de una protesta porque unos
cristianos españoles habían asesinado a
musulmanes pacíficos con armas vendidas por Felipe de Borbón a un rey saudí y todo para fastidiar la libre expresión democrática de los separatistas catalanes el
1 de octubre.
La preguntas es: ¿la burla, la mofa, la estafa, la
manipulación de la manifestación del sábado demuestra sólo la mala intención de los comunistas, la manipulación separatista, el espíritu taimado del musulmán, que de verdugo pasa a víctima, y la idiocia de
Pedro Sánchez y la progresía española? Sí, demuestra todo eso pero también demuestra algo más. Demuestra la
cobardía, el
síndrome de Estocolmo, en el que vive
Cataluña y que, me temo, se está extendiendo por toda España.
Veamos: unos miserables mahometanos asesinan a españoles pero los musulmanes son los buenos, llenos de paz, y el
islam nada tiene que ver con los homicidas aunque nos maten en nombre de Alá. Por contra, los malos son los españoles, que no permiten a Cataluña separarse de España y Felipe VI, en cuanto símbolo de la nación española, por
venderles armas a los árabes.
No está claro lo que los árabes tengan que ver en esto. Más bien son los
musulmanes marroquíes, como en el
11-M, pero ya dijimos que el culpable es
Donald Trump, no aquel que nos están matando y encima tiene la desvergüenza de hablar de religión de paz.
Y no olvidemos una cosa: lo de
no tenemos miedo está muy bien como eslogan, pero Cataluña, y buena parte de España, está demostrando que
sí tiene miedo, porque el síndrome de Estocolmo no es otra cosa que cobardía, en la que el policía que pretende salvarte es el malo y el miserable que te utiliza es el aliado al que debes tener contento para que no te mate.
Y todo este síndrome de Estocolmo degenerará en lo de siempre en la historia de España: en guerra civil. Sí,
enfrentamiento civil ya lo tenemos, con el necio de
Puigdemont y compañía jugando a aprendices de brujo: pero el asunto va a más, con el
peligro consiguiente de invasión foránea. También musulmana, también marroquí, Pero lo harán con el Corán en la mano, y entonces debemos estar tranquilos porque el islam es una religión de paz.
Un detalle, entre las notas dejadas en
Cambrils se pudo leer esta obviedad, esta naturalidad, justo donde una aragonesa inocente había sido acuchillada: "Les acogemos para mejorar su vidas y acaban con la nuestra".
Un comentario archilógico pero el diario
La Vanguardia, que no es comunista, sino el portavoz de la burguesía catalana, se escandaliza por ello y lo publica como síntoma del
racismo y la
islamofobia que reina en las
redes sociales. Ya saben cuando las redes, reflejo -para bien o para mal- del sentir popular, dicen lo que queremos, son libre expresión; cuando expresan lo que no nos gusta son patios de comadres fascistas.
Síndrome de Estocolmo. Es decir, cobardía. Por esa cobardía España está llamada a ser invadida y saqueada. Cuando te peleas con los tuyos te devoran los de afuera, ya lo decía Martín Fierro.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com