- El fabricante de la familia Oriol se dispara 6,6% por la ampliación del contrato con Renfe.
- Con todo, cotiza a 5,6 euros por acción, muy lejos de los 9,25 a los que empezó en mayo de 2015.
- La 'alegría' no llega a CAF, que también puja para fabricar 60 trenes AVE en Reino Unido.
- Los analistas confían en que la empresa vasca revierta su tendencia negativa gracias a los pedidos.
- Y las dos compañías esperan a lo mejor, la liberalización ferroviaria, pero a dos velocidades.
Talgo se ha especializado en el
AVE, mientras que
CAF, sobre todo, en los trenes
urbanos y regionales, pero uno y otro vuelven a enfrentarse en el negocio de la
alta velocidad. En concreto, compiten por un contrato goloso en
Reino Unido para la fabricación y suministro de 60 trenes AVE y su mantenimiento inicial durante 12 años.
El interés, con todo, no está tanto en el concurso en sí -ojo, asciende a los 3.200 millones- como en la
estrategia de las dos empresas españolas, con debilidades incluidas, que esperan con igual compás a la
liberalización del sector ferroviario.
Talgo va mejor, pero depende demasiado del negocio exterior (de ahí proceden más del 80% de sus ingresos). Este martes, se dispara un 6,6% en bolsa con la estela de que la
Renfe active un segundo lote de otros 15 trenes de alta velocidad. En paralelo,
CAF es más grande, pero necesita corregir la tendencia negativa de sus resultados. Por eso da la batalla en un terreno más propio del fabricante de trenes de la
familia Oriol.
Dicho sea todo. El valor de la acción de Talgo está en 5,6 euros. Sigue muy lejos, por tanto, de los 9,25 a los que empezó a cotizar en mayo de 2.015. Y eso a pesar del primer
macropedido, en noviembre, cuando
ganó el pulso a Alstom, Siemens y CAF, y del buen rumbo del
AVE saudí.
Renfe realizará el primer pago, de 9 millones, por ese macropedido, y ha aprobado para mayo el segundo lote del contrato, coincidiendo con la entrada de competidores, prevista para el horizonte de 2020. En concreto, Renfe comenzará a recibir los 15 trenes del primer lote en 2019 y los otros 15 en 2021, como ha señalado su presidente,
Juan Alfaro, durante su comparecencia en el Congreso.
Esa es la
guerra entre dos fabricantes con
dos velocidades del ferrocarril español, y desiguales resultados en 2016.
Talgo ganó 61,9 millones ( 3,8%) con una facturación de 579,8 millones ( 11,3%), mientras que CAF redujo su beneficio un 13% (37 millones), a pesar de ingresar más (1.318 millones) y con
récord en pedidos.
Para los analistas, del
Sabadell por ejemplo, la empresa vasca puede corregir el rumbo gracias a la evolución de la
cartera de contratación, aunque no esperan una mejora significativa en resultados
hasta la segunda mitad del año.
No son, en cualquier caso, los únicos que pujarán por el contrato de la empresa pública británica que promueve el proyecto,
High Speed Two (HS2), con el que se pretende unir las diez ciudades más importantes de la isla. El plazo termina en junio y el contrato de la flota se adjudicara a un solo fabricante, aunque el resultado no se sabrá hasta 2018.
Posteriormente, se ampliará con una
segunda fase del AVE, con el suministro adicional de otros 100 trenes, que se contratarán por separado y en otro contrato.
No son los únicos aspirantes españoles. Renfe puja por hacerse con la operación del servicio, mientras
ACS,
Acciona,
FCC y
Ferrovial ya presentado opciones para construir la primera fase de la línea, la que unirá Londres y Birmingham.
Rafael Esparza