• Producirá en suelo americano, junto a la taiwanesa Foxconn, las pantallas del iPhone.
  • Trump ya había prometido a Tim Cook "una gran exención fiscal que les hará muy felices".
  • Todo sea para enterrar las viejas rencillas, el apoyo a Hillary Clinton y esas cosas.
  • Foxconn se suma a la corriente mudará su filial Smart Technologies de Canadá a EEUU.
Apple quiere hacer las paces con el presidente Trump, que no ha ocultado sus antipatías con el gigante tecnológico, el de más valor en bolsa por capitalización (630.000 millones de euros). Apple se pliega a sus deseos de Trump, del mismo modo que el sector de automóvil (Ford, General Motors o BMW) y planea una inversión de 7.000 millones, junto a la tecnológica taiwanesa Foxconn, para producir las pantallas del iPhone en plantas americanas. ¿Sorpresa? Hasta cierto punto. Es un paso más, como señalamos al informar de que Silicon Valley baja los humos, después de que Trump haya metido en vereda al sector del automóvil. El sector tecnológico fue una de los más firmes apoyos de la candidatura de Hillary Clinton. En el caso de Apple, la resonancia crece. Como ya informó The York Times, en noviembre, de la llamada del presidente de Apple, Tim Cook, a Trump, en la que el entonces presidente electo le dijo: "Tim, sería un logro para mí que Apple construyera una planta en EEUU o muchas, para que fabriques aquí, en lugar de ir a China o Vietnam o a donde suelas ir". El tono de Trump había cambiado respecto al empleado en campaña: "Vamos a obligar a Apple a fabricar sus malditos ordenadores en casa". Bueno, en realidad el ya presidente no ha dejado de gritar  con sus cordiales recetas para la repatriación de empresas. Bien es cierto, también, que Tim Cook se dio por enterado, eso sí, después de que Trump le añadió: "Vamos a crear los incentivos para ustedes, a darles una gran exención fiscal corporativa que les hará muy felices". Más sorprendente es la reacción del presidente de Foxconn, Terry Gou, que ha concretado, en declaraciones al portal marketwatch.com  que "Apple está dispuesta a esa inversión" que crearía entre 30.000 y 50.000 empleos en suelo americano. No se ha quedado ahí. Ha dicho también que Foxconn planea abrir una nueva planta de moldeado, tal vez en Pennsylvania, donde ya está negociando y que podría mudar su filial Smart Technologies de Canadá a EEUU, una vez que Trump ha anunciado la renegociación del tratado de libre comercio con Canadá y México. Rafael Esparza