• El gigante tecnológico acusa a la Comisión de malinterpretar el Derecho irlandés.
  • Dice que de ventajas fiscales nada, que sus actividades en Europa se gestionan desde EEUU.
  • O sea, que poco importa, parece, que esté domiciliada en Irlanda porque en Europa no genera beneficios.
  • La guerra va para largo: ni Irlanda reclamando el dinero y Apple se resiste a pagarlo.
Están en juego 13.000 millones de euros, cifra que reclama desde agosto la Comisión Europea a Apple por los impuestos no pagados en Irlanda durante 11 años (entre 2003 y 2014). Las dos partes presentaron en diciembre sus alegaciones para que no se considere el régimen fiscal irlandés como una ayuda de Estado ilegal, pero las razones de la tecnológica no se han conocido hasta este lunes, cuando las ha hecho públicas el Tribunal de Justicia de la UE. Curiosamente, las dos partes coinciden en un argumento: la interpretación errónea del Derecho irlandés que hizo la Comisión. Otra cosa es el recorrido que tiene por delante este sonado casus belli. De momento, ni Irlanda ha reclamado los 13.000 millones a Apple, ni Tim Cook, el presidente (en la imagen) está por la labor de hacerlo. Sea como sea, a Bruselas no le sienta nada bien que Apple se haya aprovechado de las ventajas fiscales de Irlanda, encubriéndose con la domiciliación en la isla, pero Apple se resiste como gato panza arriba a asumir la carga millonaria Cobra relieve, una vez más, la fórmula propuesta  por el ex premier británico David Cameron, homologar el impuesto de sociedades con el IVA, lo que evitaría que recalen en paraísos fiscales. Apple da 14 razones para que Bruselas reconsidere su postura. Considera, aparte de la interpretación errónea del Derecho irlandés, que se ha excedido en sus competencias, que no ha cumplido con su obligación de imparcialidad o que vulneró los principios de seguridad jurídica y de no retroactividad. Todo eso es el prólogo de algo más llamativo: que el cometido de las empresas irlandesas era rutinario ya que "no participaban en el desarrollo y comercialización de los derechos de propiedad intelectual", que son los que generan los beneficios. Sin embargo, para Apple las actividades en Europa "eran controladas y gestionadas en Estados Unidos", a pesar de estar domiciliadas en Irlanda. Rafael Esparza