• ¿1.000 millones de beneficios en 2016? Difícil.
  • Las ventas se estancan, a pesar de lo conseguido fuera de España… por Marcelino Fernández Verdes.
  • Y el Ebitda cae un 5,6%.
A cierre de mercado, como los toreros de dudoso valor, ha presentado ACS sus cuentas del ejercicio 2015. Y ha tenido suerte porque el mercado le ha recibido con un subidón. ¿Por qué? Porque se ha librado de la losa de las renovables. Lo Cierto es que los resultados no son todo lo boyantes que, seguramente, Florentino Pérez (en la imagen, a la izquierda) hubiese deseado, pero gracias a la actividad internacional de la compañía los números han aguantado. Las ventas han crecido un 0,1%, hasta los 34.925 millones de euros (M€), de los que solo los negocios en América del Norte han aportado el 40%. Australia más Asia, el 28%, y los negocios nacionales solo un 17%, ya que parece que la tan cacareada supuesta recuperación económica no parece ser tanto para ACS. Porque esa es la clave de la ACS actual: el negocio internacional, el que lleva Marcelino Fernández Verdes (a la derecha de la imagen) es el que salva la cuenta de resultados. Precisamente el asturiano Verdes, a quien Florentino tiene maniatado, a la espera de una sucesión siempre postergada, desde hace ya más de un lustro. El Ebitda del ejercicio ha caído un -5,6% debido al impacto de la desinversión realizada por la compañía en los negocios de renovables. Sin este impacto el Ebitda hubiese estado en un 3,6%. Primer misterio: ¿Cuál ha sido el motivo de ACS para deshacerse de una inversión que le aporta un 9,3% a sus resultados? Pues la deuda añadida y que el chollo de las subvenciones públicas se ha terminado Esta desinversión ha afectado al resto de la cuenta de resultados, por lo que uno de los objetivos de la compañía de conseguir un beneficio neto a final del ejercicio 2016 de 1.000M€ está lejísimos, ya que el del presente ha sido de 725,3M€, un 1,1% más que el de 2014, que ya llevaban una 'guinda' de 464M€ más de operaciones interrumpidas. Sinceramente, no creo. A pesar de los 67.072M€ que dice tener en cartera de obras, segmento que aporta un 41,9% al beneficio neto, de este segmento es del 41,9%, no creo que pueda alcanzar ese objetivo. La razón es que el segmento de servicios industriales, tras la desinversión realizada, ya no aportará el 43,3% al resultado sino el 23,7%, por debajo del de 2014. Aquí vamos a introducir ya una de las de Florentino. Con los números que hemos visto hasta ahora no llegamos a este resultado, pero, magistral como siempre, se ha sacado de la manga 299M€, un 83,09% más que el año anterior, por enajenación de instrumentos financieros. Estas plusvalías provienen casi todas de la venta de participaciones en negocios como el Hospital de Majadahonda, la concesionaria de la línea 9 de Barcelona y de otros activos no estratégicos de Hochtief. Por cierto, los deterioros de ACS, para no ensuciar la cuenta de resultados, los lleva a 'patrimonio en ajustes por cambio de valor': 130,9M€. La deuda se reduce un 29,5%, en parte por las ya comentadas realizaciones de activos. Pero el balance continúa con dos peladillas que se van a eternizar y que ACS, en mi opinión, puede estar retorciendo la norma, ya que es el segundo ejercicio con un importante saldo en activos disponibles para la venta (859,5M€). Con esto se ahorra pasar losdeterioros por la cuenta de resultados. Prácticamente todos estos activos proceden de renovables y de líneas de transmisión que, por lo que se ve, tienen tan poco interés que Florentino es incapaz de colocárselas a nadie. La segunda peladilla es el fondo de comercio: 2.894,2M€. Casi nada. De ellos, casi la mitad provienen de la consolidación de Hochtief y otra buena parte de la de Dragados, S.A. Casualmente, ninguna de las dos requiere deterioro. Una última de ingeniería financiera: el 1,4% del capital que ACS posee de Iberdrola solo ha producido un ajuste de 152,6M€ y se encuentra pignorado en virtud de la emisión de bonos canjeables por las mismas acciones. Hay opiniones sobre si Florentino querría deshacerse de Hochtief. Puede ser que por hartazgo con los alemanes, ciertamente, pero ¿y si resulta que el fondo de comercio generado no es tal y tiene que encajar un considerable deterioro que deje en nada la plusvalía de la venta? Lo cierto es que ACS tiene muy difícil cumplir sus aspiraciones de mil millones de resultado solo con sus líneas de negocio ordinario. La prueba está en este mismo ejercicio. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com