A pesar de diagnosticarle una grave enfermedad, María decide hacer un viaje programado a Grecia con sus dos mejores amigas. Entre los parajes que descubren recalan en la isla de Nisyros, donde recupera la ganas de vivir y encuentra el amor en un hombre sencillo que también tiene cicatrices en su alma.

Emotivo drama  que tuvo como inspiración a la madre del propio director, el madrileño Miguel Ángel Jiménez. Ésta, devorada por un cáncer feroz, le sugirió a su hijo la posibilidad de abandonar el tratamiento y llevarla lejos. De alguna forma, mediante la ficción, lo ha hecho.

Acompasada en forma y fondo, la belleza indiscutible de la isla de Nisyros y la placidez que transmite, acompañan muy bien esta historia de segundas oportunidades en el amor entre dos solitarios que conocen el dolor. Escrita a seis manos por M.A. Jiménez, Luis Moya y Koldo Gamboa, nos habla de las decisiones vitales que tomamos en la vida en momentos difíciles y de lo importante que puede ser estar acompañados de alguien que nos ama.

Emma Suárez está magistral y, al mismo tiempo, tremendamente natural en su actuación, es una delicia contemplar un trabajo de esa calidad. Algunas escenas que comparte con su hijo en la ficción traspasan la pantalla por su emoción.

Se trata de una película que se desliza bien, con más miradas que diálogos, la mayoría elegantes que solo pierde esa característica, y resulta bastatne soez, en una charla sobre sexualidad entre las tres amigas.

Con esta película M.A. Jiménez nos confesaba que quería animar a la gente a que cuando pase la pandemia vuelvan a viajar y conocer lugares tan paradisiacos como esta isla griega.

Para: los que les guste el cine español y los dramas contenidos