Las ganas de vivir no tienen nada que ver con la edad 

Comedia francesa de buenos sentimientos que reivindica la importancia de la familia en los momentos difíciles de la vida, pero con un tono muy frívolo.  

Rose y Alice, dos hermanas que se detestan, deciden aparcar sus diferencias para celebrar el 60 cumpleaños de su madre y que ésta olvide, al menos durante unos días, que su marido le ha abandonado por una mujer joven. Pero todos los planes que tenían previstos para esas vacaciones, en un complejo turístico en la isla tropical de Reunión, pronto se van al traste.

Los gags humorísticos se producen como consecuencia de las diferencias entre las dos hermanas: una soltera, totalmente desbocada y acostumbrada a la juerga bebiendo más de la cuenta, y su hermana mayor, una madre sobreprotectora que quiere tener controlados todos los aspectos de su vida y la de los que le rodean. Están muy divertidas tanto Camille Cottin como Camille Chamoux, interpretando a esas hermanas tan diferentes. La primera “borda” el papel de mujer de buen corazón pero con una “diarrea verbal” que logra provocar la carcajada con las barbaridades que, sobre todo, le dice a ese niño solitario, de vacaciones con su padre, que en el fondo le provoca sentimientos maternales que nunca tuvo.

La trama demuestra como el cariño es capaz de todo, incluso de limar asperezas, pero también reivindica el atractivo y las ganas de vivir de personas en edad madura.

Para: los que no se hayan aburrido de las comedias francesas que, este año, han invadido nuestra cartelera