Un pequeño pueblo llamado Crozon tiene una singular biblioteca, que alberga libros rechazados por las editoriales y cuyos autores depositan en ese lugar con la esperanza de que alguien los leerá más pronto o más tarde. Entre todos esos ejemplares una joven editora descubre una novela magistral, firmada por Henri Pick, un pizzero fallecido dos años antes, del que su viuda desconocía esa faceta y creía que lo único que había escrito en su vida era la lista de la compra. Las circunstancias que rodean a la novela la convierten en un fenómeno editorial, pero tanto un escéptico crítico literario como la propia hija de Pick desconfían y emprenden una peculiar investigación para desentrañar el misterio.

La adaptación de obras literarias al cine conlleva siempre riesgos, pues hablamos de diferentes lenguajes. En el caso que nos ocupa, el amplio número de personajes, y la gran cantidad de historias que tenían detrás, le hizo optar al director Rémi  Bezançon por decantarse por una libre traslación a imágenes de la ingeniosa y divertida novela de David Foenkinos, La biblioteca de los libros rechazados, cuyo título original responde al nombre de Le mystère Henri Pick. Sea como fuere esta pseudo comedia blanca de investigación entretiene y resulta tremendamente simpática.

Las libertades narrativas que se ha tomado Bezançon, junto con su coguionista Vanessa Portal, que es su esposa en la vida real, lejos de malograr la película la convierten en un relato en imágenes elegante, desde el momento que obvia alguna subtrama surrealista pero vulgar que contenía la novela, como el amor tardío y sexual de la bibliotecaria con un joven visitante, además de incluir momentos originales muy jocosos; uno de ellos la reunión que el crítico mantiene con las mujeres que componen el Club de lectura del pueblo, unas auténticas “brujas”. Al mismo tiempo que conserva el tono romántico de la obra original.

Para : los que les gusten las comedias deliciosas, y los que les gustó la novela de Foenkinos.