Con esta cinta el director vasco Koldo Serra incorpora su película a esa lista de films interesantes de atracos hechos fuera y dentro de nuestras fronteras, que captan la atención, recuerden películas como Plan oculto o Cien años de perdón. Su mayor logro es que mantiene la tensión en una propuesta de cine negrísimo, donde casi todos los personajes tienen su parte oscura.

Su acción claustrofóbica se desarrolla en una sucursal bancaria donde irrumpen dos atracadores peligrosos. Allí se encuentra Raquel, una mujer desesperada que necesita de forma urgente, en 24 horas, un préstamo de 35.000 euros (coloquialmente llamados 70 Binlandens). Pronto se descubre que esta fémina tiene una personalidad llena de recursos, porque el tiempo corre en su contra y se juega lo más querido.

Emma Súarez y Nathalie Poza conforman un buen duelo interpretativo de mujeres temibles, que actúan como dos leonas midiendo la fuerza de su adversario, en un thriller que reporta sorpresas hasta el final, puesto que los delincuentes son totalmente imprevisibles, como ocurre en la vida real.

A destacar su diseño de producción muy cuidado, tanto en interiores (se filmó dentro de una entidad bancaria auténtica ya clausurada) como en exteriores (en el barrio bilbaíno de Santutxu)  y su fotografía. Lo único que es algo desproporcionado es su vocabulario, lleno de palabras malsonantes.

Para: los que les guste el cine español