Ideal para los amantes de los melodramas con aroma clásico, porque su director, James Kent, ha confesado que es un fan del cineasta David Lean (Doctor Zhivago, Lawrence de Arabia). Este film, de cuidado envoltorio visual, plantea las heridas psicológicas provocadas por los conflictos bélicos.

Alemania, año 1946. Una mujer británica, Rachael Morgan, llega a Hamburgo, totalmente destruida, para reunirse con su marido, un coronel británico, responsable de ayudar en la reconstrucción de la ciudad. Se les destina para ubicarse una gran mansión, donde todavía habita su dueño, viudo, y su hija adolescente. El coronel, un hombre caritativo, decide no echarles y compartir la casa con ellos, lo que dará paso, en un primer momento, a una atmósfera cargada de hostilidad y desconfianza.  

Se han hecho innumerables películas sobre las dos Guerras Mundiales pero bastantes menos sobre lo que les sucedió a los vencidos, de ahí que ese sea el aspecto más interesante de esta cinta que, sin embargo, prima el asunto de las relaciones sentimentales, dejando en un segundo plano lo que hubiera sido más interesante: lo que ocurrió en esas ciudades, devastadas por la guerra y que sufrieron una gran hambruna. Se recuerda, eso sí, que se vivieron situaciones de insurrección porque, entre sus supervivientes, se encontraban adolescentes educados en las ideas nazis, que no se resignaban al control de su país por parte de los ganadores aliados.

Supone la traslación a imágenes de la novela homónima de Rhidian Brook, que se inspiró en la figura de su propio abuelo para escribir esta historia. Oficial británico de alto cargo, el coronel Walter Brook, gobernador de un distrito al lado de Hamburgo, al serle asignada una casa, decidió no desalojar a sus propietarios alemanes. El resto del argumento nació de la propia imaginación del escritor y, con bastante elegancia, ha sabido describir una historia de amor, y de personas doloridas, que solo aspiran a empezar de nuevo su existencia tras la tragedia.

Cuenta con una puesta en escena excelente, ya que como dice el coronel Lewis: "Los británicos hemos lanzado más bombas en Hamburgo, durante tres días, de las que Londres recibió en toda la Segunda Guerra Mundial”. Ha sido la diseñadora de producción Sonja Klaus la encargada de recrear con autenticidad ese paisaje de destrucción.

Para: los que les vayan las películas de amor