Aleix, un profesor interino, sustituye a una compañera de baja por maternidad en un pueblo de Aragón. Además de ser el maestro también le corresponde ser el tutor de sexto de primaria. Pronto descubre que uno de sus alumnos está gravemente enfermo y, cuando tiene que volver al aula, se enfrenta a un problema inesperado: ninguno de sus compañeros, de solo once años, quiere que vuelva.

Aunque desde hace años los franceses han convertido el tema de la educación en casi un subgénero cinematográfico, debido a la gran cantidad de películas en las que exploran sobre este tema, el español David Ilundain no se ha quedado atrás haciendo un film delicioso sobre los retos de los educadores tanto profesional o personalmente. Para ello ha contado con el guión de Coral Cruz (Incerta Glòria) y Valentina Viso (María y los demás).

Buena propuesta de cine realista que, de manera elegante aborda temas candentes como el acoso escolar, la vocación profesional, la precariedad laboral o la super protección de los padres, Uno para todos supone un homenaje a los buenos maestros, esos que alientan a sus pupilos y que se involucran con su alumnado porque les interesa no solo transmitir conocimientos sino que les aprecian y desean que sean capaces de valorar lo importante para convertirse en futuros hombres y mujeres de provecho.

La leyenda, entendida como publicidad, de la película afirma “Un profesor te puede cambiar la vida. Un alumno también”. Es una buena definición de esta película llena de humanidad sobre segundas oportunidades y sobre la capacidad de rectificar. Una propuesta ideal para programar en un cineclub con chavales.

Eso sí, si. Ilundain apuesta por un retrato optimista, ello no le impide que su profesor tenga sus luces y sus sombras, éstas en la vida familiar, porque no todo es perfecto ni con los seres queridos.

Para: los que les gusten las películas españolas de calidad.