Se intuye que el propósito de este filme es mostrar la cara más amarga del sueño americano o, si lo prefieren, hacer una radiografía de la pobreza, en un país tan rico como Estados Unidos. El problema radica en que su traslación a imágenes es más que discutible. Una despierta niña de seis años, Moonee, habita con su madre Halley, de 22 años, en el Magic Castle Motel, que es todo lo contrario a lo que indica su nombre. Para Moonee lo más parecido que tiene a una referencia paterna es Bobby, el eficiente gerente del establecimiento. La pequeña solo tiene un sueño: visitar el parque temático de Disney, que se encuentra situado al lado de su casa. La forma de entender los niños el mundo, con inocencia, imaginación y libres de todo tipo de ideas preconcebidas,  lo hemos podido contemplar en multitud de ocasiones, en muchas de ellas rozando la genialidad, recuerden clásicos como Matar a un ruiseñor. Normalmente sus vivencias  suelen despertar sentimientos y emociones de todo tipo y ahí radica el principal problema de este filme. La descerebrada madre de la niña protagonista, que intenta hacer lo indecible para sobrevivir con su hija, no provoca pena, a pesar de los incidentes en los que se ve involucrada, porque es una chica grosera y especialmente mal encarada, una de esas personas con las nunca te agradaría cruzarte en la calle. En cuanto a la niña, despierta poca empatía porque sus creativas ideas para disfrutar durante el verano rozan, en ocasiones, la mala educación. De tal manera que esta familia desestructurada logra lo contrario a lo que pretende: en vez de despertar cierta pena y admirar como encaran su  lastimosa situación, acaban resultando cargantes. De ahí que lo más destacable de esta película, claramente sobrevalorada y que lleva recogiendo premios en festivales de cine durante el año 2017, es la actuación de Willem Dafoe. Porque The Florida Project tiene cierto aire tv-movie de sobremesa con contenido de denuncia. Para: Los que quieran contemplar esta película que "sonaba" para favorita de los Oscar y solo ha conseguido la nominación, merecidísima, de mejor actor secundario para Willem Dafoe Juana Samanes