El amor y el humor van unidos en esta simpática comedia de David Serrano (Días de fútbol) que sigue los pasos de una pareja a quien la crisis económica, y el nefasto olfato para los negocios de él, acabaron por finiquitar la relación. Lo mejor que tenemos los españoles es que sabemos "sacar punta a todo", lo observamos en la comedia Tenemos que hablar, donde la crisis económica pasa factura a toda una familia: a la hija por enamorarse de un descerebrado economista y a los padres de ella, por hacer caso a su yerno en todos sus consejos: De hecho, por su culpa, se verán atrapados por la burbuja inmobiliaria, la estafa de fórum filatélico e incluso las preferentes… Dos años más tarde, ella quiere casarse con otro pero, para ello, quiere conseguir el divorcio sin que su ex marido, que sigue queriéndola, sufra por ello. El significado de Tenemos que hablar, en esta película, hace alusión a que siempre empleamos esa fórmula para dar malas noticias. En esta divertida comedia sirve como excusa para mostrar unos gags divertidos, bien defendidos por un reparto coral que borda sus papeles. La frescura, y el peso de unos diálogos con mucho gracejo,  recuerdan el estilo de las comedias españolas de comienzos de los años 80, quizás por ello resulta tan divertido que el padre de la protagonista sea Oscar Ladoire, uno de los actores de moda de aquellos años. Michelle Jenner sigue cambiando de registros interpretativos, y de géneros, para que no sólo se la recuerde como Isabel La Católica, un personaje que interpretaba magníficamente  en la serie televisiva emitida por la 1 de TVE. Para: Los que les gusten las comedias españolas graciosas, aunque, como es habitual, haya algún diálogo con "tacos" innecesarios Juana Samanes