¿Son ustedes de los que piensan que, llevados a un último extremo, los seres humanos somos capaces de cualquier cosa? Ese argumento, centrado sobre hasta dónde puede llegar una persona por venganza, ha sido explotado hasta la saciedad en el séptimo arte, desde el western al cine negro, como ocurre en el thriller Venganza bajo cero. La frase con la que se presenta el film ya nos lo adelanta:  “Algunos causan felicidad allá donde vayan y otros la causan cuando se van”.

Nels Coxman es un modesto conductor de quitanieves que siempre ha llevado una vida honrada a pesar de que su padre y su hermano estuvieron envueltos en asuntos turbios. Pero la vida de este hombre, que ha formado un bonita familia, da un giro vertiginoso cuando asesinan a su hijo y se ve envuelto en una guerra entre bandas rivales de narcotraficantes. Sin ninguna expectativa en su vida, utilizará sus conocimientos de la montaña y sus dotes de caza para vengarse de los que han cambiado su plácida existencia.

El director noruego Hans Petter Moland hace un remake, en versión inglesa, de su película Uno tras otro (2012), basada en una historia escrita por Kim Kupz Aakeson.

Thriller de acción de argumento convencional, lo atractivo de este largometraje es la mezcla entre suspense y humor negro, donde se presta especial importancia a los diálogos, repletos de frases ingeniosas bien defendidas por su reparto coral, donde tienen su propio peso desde los “capos” de las dos bandas rivales, las mujeres de estos, los matones y la propia policía. Una especie de cruce entre el cine de los Hermanos Coen y Tarantino.

Liam Neeson vuelve a encarnar a un convincente padre vengativo, un hombre que decide tomarse la justicia por su mano tras conocer la injusta muerte de su vástago. Además de poder suscitar un lógico debate sobre la sinrazón de la violencia y la espiral que provoca, Venganza bajo cero pone especial acento en las diferencias entre padres e hijos, porque si el quitanieves que encarna Neeson siempre se alejó de la carrera delictiva de su padre y su hermano, el hijo menor de edad del frío y cruel mafioso Vikingo nada tiene que ver con su progenitor, es un buen chaval.

Rodada en bellos parajes de Canadá, se trata de un film negrísimo donde prácticamente todos los personajes son malvados. Con respecto a la película original de Moland, en ésta se les otorga más importancia a las mujeres de la trama, aunque en el caso de la policía que interpreta Emmy Rossum, el papel se queda algo corto, podría habérsele dado más “cuerda” ya que es un personaje tremendamente atractivo.

Para: los que les guste el humor negro mezclado, en esta ocasión, con acción.