En los años 80 tres jóvenes e inseparables amigos cruzaban África en coches que luego vendían en Mali y Níger, una experiencia que les marcó de por vida. Por ello, al saber que uno de ellos, Joseba, está muy enfermo, su amigo vasco Tocho convence al otro colega, Jean-Pierre, para volver a recorrer esa ruta y visitarle en Tombuctú. Invitarán a la hija de Joseba, Ely, quien les animará a que lo hagan en el 4Latas que aún conserva de su padre.

El director cordobés Gerardo Olivares, recordado por su trilogía de infancia y naturaleza compuesta por Entrelobos, El faro de las orcas y Hermanos del viento, propone una “road movie” donde el desierto del Sahara tiene un papel relevante que está inspirado en vivencias personales propias.

Encabeza el reparto de 4Latas, y es el mayor reclamo de taquilla, el actor francés de origen español Jean Reno, que resulta tan natural como siempre en la gran pantalla y, como curiosidad, es su primer film rodado en español.

La película, de desarrollo argumental sencillo, nunca profundiza demasiado en ningún tema; esboza el problema de la inmigración o el narcotráfico desde África pero no llega a ninguna conclusión ni aporta nada nuevo. 

Visualmente se beneficia de los maravillosos parajes canarios y de Marruecos donde fue filmada, por tanto, cuenta con una fotografía magnífica, como suele ser habitual en las películas de Olivares.

Molesta auditivamente que el personaje del vasco Tocho, interpretado por el hispano libanés Hovik Keuchkerian (muy popular por su participación en la serie televisiva La casa de papel), solo utilice en su vocabulario palabras gruesas, “tacos” para entendernos, como si el castellano no fuera lo suficientemente expresivo como para decir cualquier diálogo con gracia.  

Para: los aficionados a las películas en las que la Naturaleza es un personaje más de la trama