El mimo más famoso de la Historia, Marcel Marceau, de nombre auténtico Marcel Manguel, era hijo de un judío carnicero que no aceptaba, al principio, que su hijo actuase como mimo en cabarés. Pero, precisamente, el mutismo de su variante artística le sirvió para salvar la vida a cientos de niños de judíos, y para ser llamado, después de la Segunda Guerra Mundial, "El poeta del silencio". El mismo Marceau declaró que, durante sus marchas con los niños, “Jugábamos a que nadie hablara. Ni yo ni ellos. Se reían, creo que me amaban, y sé que muchos años después comprendieron que yo luchaba por sus vidas."

Resistencia es, por tanto, un apasionante biopic donde se narran los años de juventud del mimo más grande de la Historia: Marcel Marceau y cómo se convirtió en un miembro fundamental de la resistencia francesa. Se trata de uno de los largometrajes que debería haberse visto durante este año 2020 en las salas de cine y ha saltado directamente a las plataformas, en este caso a Movistar +, donde pueden contemplarla desde este mismo fin de semana.

La película retrata cómo pasó de ser un joven sin preocupaciones a involucrarse en esa lucha sin cuartel que mantuvieron los judíos para escapar de los nazis, pero esa mirada del Holocausto es siempre esperanzadora, a pesar de plantear situaciones terriblemente duras, puesto que sus acciones se localizaban en la zona donde actuaba el sanguinario Klaus Barbie, a quien le gustaba torturar personalmente a los ciudadanos franceses que capturaba.

Al actor Jesse Eisenberg (La red social) le toca el complicado reto de encarnar a Marceau y de imitarle en sus actuaciones, algo que salva con dificultades pero que no resta ni un ápice la emoción del relato, un thriller repleto de momentos dramáticos que parte de una frase magnífica: “El valor es soportar el miedo un minuto más”. Hay secuencias que mantienen en vilo al espectador como una que se desarrolla en un tren.

Con una adecuada dirección artística, que pone especial acento en localizaciones, vestuario y atrezzo de época, los acontecimientos de esa convulsa época no olvidan mencionar la parte más oscura: la de los colaboracionistas galos que crearon una red de “chivatos”  para espiar a sus vecinos y delatarles. Por el contrario, Resistencia recuerda el papel que jugaron muchos sacerdotes y familias católicas, que escondieron a niños judíos para salvarles de una muerte segura en un campo de exterminio, algo que olvidan mencionar muchas películas referidas al Holocausto.

Para: los que no les importe ver otra historia del Holocausto que merece la pena