Con el estilo de las películas clásicas, este drama pugilístico recuerda a otros emotivos  como Cinderella Man o Campeón. El boxeador hecho a sí mismo Billy Hope tiene una vida envidiable: es el campeón del mundo de los pesos semipesados, tiene una hermosa esposa que le ama y una hija adorable, además de gozar  de un estilo de vida con todo tipo de lujos. Pero cuando la tragedia entra de forma inesperada en su vida, y todo se desmorona, caerá y deberá levantarse de nuevo para recuperar lo que verdaderamente le importa. El conocido director Antoine Fuqua (Training day, Lágrimas del sol o Los siete magníficos) dirige este filme en el que destaca la realista puesta en escena de los combates que se ven en pantalla, así como una excelente dirección de actores que se traduce en una actuación portentosa de Jake Gyllenhaal, quien se mete en la piel de ese perdedor, tras haber hecho claramente una excelente preparación física para encarnarlo. Al igual que películas inolvidables como El ídolo de barro se denuncia la brutalidad  y los negocios sucios que encierra este deporte dentro y fuera del ring. Con una buena fotografía, las canciones que se escuchan corren a cargo del rapero estadounidense Eminem. Sin poseer un argumento original, Redención funciona porque siempre "tienen miga" las historias de superación. Lo curioso es que una película como esta, llena de valores,  llegue de puntillas a los cines dos años después de su estreno en Estados Unidos. Para: Los que les agraden las historias de boxeo con toque clásico Juana Samanes